sábado, 19 de mayo de 2012

A veces es importante decir cosas que merece la pena decir.

Yo creo que todos decimos cosas importantes aunque no nos demos cuenta. Seguramente pienses que no eres capaz de hacerlo, tal vez creas que es mejor guardarse ese tipo de cosas. Pero te equivocas. Es malo. Lo mejor es sacarlo hacia fuera, no temas, no va a pasar nada, es solo un sentimiento. No te quedes dentro algo que puedas sacar fuera. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Creeme. Parece una gilipollez, pero cuando no te des cuenta, puede que esa cosa importante te este haciendo más daño del que crees. Date prisa, no te demores más, aunque creas que no es el momento, será el momento.
Vive, sacalo, y a veces es importante decir cosas que merece la pena decir.

Hate.

Hoy es uno de esos días, que llevas planeando toda la semana, que llevas esperando con ansia, que crees que nunca va a llegar y que cuando llega, pasa algo, lo mas inesperado que pueda pasar, va y pasa y lo jode todo. Todos esos planes en tan solo un instante se van al garete y todo lo que creias que iba bien, va mal. Y tu estado de ánimo esta mas bajo que el puto infierno. Y aunque sea una gilipollez. Aunque solo vaya a faltar esa amiga, te sientes impotente. Te sientes mal. Estas triste y el cielo que ahora esta gris, te parece más gris aún. Todo esta triste. Todo sale mal. No hay nada peor que organizar algo con toda tu puta ilusión y que se joda por el puto tiempo y por la ausencia de la persona más importante para la persona a la que has organizado el sábado.
Se me pasan millones de hipotéticos momentos por la cabeza y siento un odio tremendo hacia las personas que lo han estropeado todo. Las odio. Si por mi fuese, las mataba. Parece una locura, lo sé, pero por su culpa, todo ha salido mal. Y la suciedad que mancha las calles, me parece ahora de lo más limpio, comparado con sus putas vidas, grises, amargadas y putrefactas.
Les deseo lo peor.

lunes, 14 de mayo de 2012

De un lado a otro.

Me preocupa pensar, que tal vez, vaya a más.
Sé que no esta bien, lo sé, pero me da igual. Por recordarlo y añadirle un hipotético “¿y si…?” no pasa nada, ¿no? Quien sabe, si el día de mañana, pase algo de nuevo. Ni tú, ni yo, ni ella, ni él, ni nadie lo sabe y me da igual que algunos piensen que es raro. Para mi no lo fue. Me asusté al principio, no lo niego, pero después, que más daba, ya total, no habia marcha atrás. Esa frase que me dijo, preocupandose por mi, por mis sentimientos, me sacó en un primer momento una enorme sonrisa, pero ahora, pienso que tal vez tuviese razón. “No quiero hacerte daño” me dijo. “Esto no esta bien, para” susurro. Pero no la hice caso.
Ahora sacudo la cabeza, tratando de aullentar esas gilipolleces de mi cabeza, concentrandome en lo que sí que puede salir bien.