martes, 22 de julio de 2014

Oblivion

Hablemos del olvido. ¿Cuándo olvidas del todo a alguien o algo? En mi opinión, nunca. Nunca puedes borrar del todo lo que sea de tu mente. Y la verdad es que ojalá pudieras apretar un botón y seleccionar aquellos recuerdos que duelen o que pesan y borrarles. Para siempre. Y evitarte ese sufrimiento y esos días tirado en la cama comiendote la cabeza, pensando en todas las cosas que podrías haber hecho y dicho para mejorar las cosas.
Puedes olvidarte coger la cartera antes de salir de casa o puedes olvidar un día importante o la fecha de una guerra en mitad de un examen. Pero las personas y los momentos que vives con ellas jamás se olvidan. Permanecen ahí. Y aunque digas "no me acuerdo, ¿cuándo fue?", en realidad en ese momento no te acuerdas, pero el recuerdo está en tu cabeza, solo tienes que buscar un poco y seguro que acabas encontrandolo.
Beber para olvidar, dicen. Bebes y al día siguiente lo único que has olvidado ha sido lo que has hecho esa noche. Lo que querías olvidar, no lo has olvidado. Y eso es así. Y jode, porque cuando bebes, parece que todo eso que quieres eliminar, sale más y casi lo pasas peor así que sobrio.

Send.

Muchos Domingos por la mañana, miro el móvil y empiezo a reconstruir la noche anterior con la esperanza de encontrarme con algo que mereciera la pena para haber acabado con esa resaca tan grande.
Y de repente caigo. ¿Cuántas conversaciones tengo abiertas? ¿Cuántos contactos tengo guardados? Es increíble. Seguramente yo sepa quiénes son todos y ellos ni siquiera sabrán que tengo su número. Y si les veo por la calle o en alguna fiesta, yo sonreiré y ellos se preguntarán que quién soy.
Otra cosa que me llama la atención es la capacidad que tenemos de soltarnos con una persona mediante mensajes y cuando la vemos en persona hablamos como si sufrieramos alguna clase de retraso. Y es gracioso, porque miras a esa persona y piensas "joder, parece mentira que haya tenido conversaciones de prácticamente 24 horas con este tipo y que ahora, cara a cara no me atreva casi ni a decirle que qué tal...".

viernes, 18 de julio de 2014

I found

A veces alteramos tanto nuestros recuerdos que cuando intentamos recordar ese momento, el momento real, no el alterado, nos es imposible. Nos hemos mentido tanto a nosotros mismos, que al final acabamos creyendo que ese recuerdo es así.
Y que importante es tener recuerdos.
Me parece increíble la facilidad con la que buscamos en nuestra cabeza un recuerdo. En menos de un segundo ya hemos empezado a hablar sobre un recuerdo.

jueves, 17 de julio de 2014

Palos de ciego-Izal.

La mayoría de las veces sonreía sin que la sonrisa le alcanzara sus ojos, que siempre estaban tristes y cansados, como si llevara varios días despertandose en mitad de la noche, atacado por pesadillas, sin poder volver a dormirse después. Y siempre intentaba gritar la necesidad asfixiante de querer volver a ser el que era. Pero nadie lo escuchaba. Nadie prestaba atención a aquella persona de ojos grandes e inexpresivos y sonrisa enorme.

People.

Hay veces que tenemos miedo a abrirnos a una persona porque tenemos miedo de que cojan toda nuestra confianza y la terminen lanzando al vacío sin miramientos. Tenemos miedo porque nos aferramos a ese pasado en el que nos hicieron daño, una vez, dos e incluso tres. Y a la tercera va la vencida. Y nos dimos por vencidos, dejamos que ese pasado no nos deje tener un futuro. Dejar que te conozcan, dejar que te quieran y te cuiden es como un tren que pasa demasiado rápido para cogerlo y que casi sin querer destroza todo lo que se ponga en su camino. Pero hay que aprender a dejar de tener miedo a la velocidad con la que aparece ese tren. Porque el problema no es la velocidad. El problema es el miedo a que no vuelva a pasar más. El problema es que después de que nuestra ilusión haya muerto tantas veces, nosotros ya nos habremos encerrado tanto en nosotros mismos que nada nos volverá a hacer tanta ilusión como aquellas veces en el pasado. Pero aunque nos hayan hecho daño muchas veces y nos hayan defraudado otras tantas, la vida simplemente se trata de eso. No todo tiene que ser bueno, también tiene que haber cosas malas, porque si no, ¿de qué hablarían las canciones tristes, si no es de fracaso, desconfianza y dolor? Porque apuesto lo que sea a que una de tus canciones favoritas habla de eso.


miércoles, 9 de julio de 2014

Joder.

Estoy deprimida porque me hago mayor, todo cambia, la gente se va, todos nos moriremos algún día y nada de esto habrá servido para nada, me siento inútil. Me siento frágil ante el mundo tan grande, tan frio y desolador.
Llega mi cumpleaños y cumplo un año más que al fin y al cabo es tan solo un número y me preguntarán que como me siento con un año más y yo pensaré "los 18, mayoría de edad, sí, qué bien, podré sacar alcohol" Pero que como me siento? Pues igual, me siento igual que hace dos segundos. Igual me lo pasaro bien ese día o igual es una puta basura como algún que otro año. Y ya esta, al día siguiente la misma mierda.  Al día siguiente seguiré siendo la misma persona con la misma cara y el mismo cuerpo y nada de lo que he habré hecho anteriormente habrá servido para nada. Mi cumpleaños es una real mierda.Todo el planeta es una mierda.Vivimos rodeados de gente que se mata entre ellos y por qué? Yo que sé. Estoy deprimida porque echo de menos a mi abuela. La echo muchísimo de menos y me duele porque me gustaba ir a verla y pasear con ella y que me animara. La echo de menos y no lo supero, no supero nada, y han pasado ya varios meses. La veo por las noches porque sueño con ella y parece tan real que cuando me despierto y me doy cuenta de que no está me hundo un poco más.
Y luego también está el año que viene. Que parece que todo eso desapareció tras la graduación de mis amigas y amigos, pero no, se hizo más real. Ese será el gran cambio. Y eso también me dolerá. Cuando me vea comprando billetes de bus para ir a ver a alguna amiga a su nueva ciudad.
Todo es tan complicado que no sé ya ni desde dónde enfocarlo para ser positiva

miércoles, 2 de julio de 2014

Presente. Pasado. Futuro.

Se tatuó una frase de una canción de su artista favorito. Tenía 18 años y la vida entera en sus manos.
-¿Qué harás cuándo dejes de escuchar a este cantante?
Y él respondió sonriendo, mientras se acariciaba el tatuaje: no sé cuándo dejaré de escuchar su música, ni qué haré mañana, ni que pasará cuándo se muera y los estilos de música cambien. Tampoco sé que voy a comer el Domingo, ni si dormiré bien o mal esta noche. Solo sé que esto es para toda la vida y que cuando lo mire me acordaré de esa canción que vivirá eternamente en mi piel. Y puede que cuando tenga 50 años me arrepienta. O no. Quién sabe. Pero si me arrepiento diré con orgullo que fui un gilipollas.

martes, 1 de julio de 2014

Red.

"Ella hablaba. Yo la miraba. Me reía cuando ella se reía y de pronto me lo pregunté. En un segundo me lo planteé. Que extraño. La vi allí plantada frente a mí. Riéndose. Hablandome. Y me acerqué rápidamente a sus labios. La besé suavemente. Y fugazmente ella me devolvió el beso. De pronto, note como mis manos la acercaban más a mi. Agarrandola por la cadera, deslizando una mano suavemente más abajo. Apretandola contra mi cuerpo. Respirando su aire."