lunes, 31 de diciembre de 2012

Por un 2013 mejor.

El 2012 empezó de la mejor manera posible, con los 16 de dos de las mejores, Elena y Laura en Enero se hicieron mayores.

 En Febrero viví un Carnaval increíble, con todos juntos, como hacía mucho que no estábamos.



 Con una de las míticas fiestas en mi casa, que eso nunca falte.

 En Marzo mi clase de Letrasados hizo un intento de esquí en Xanadú y más tarde los franceses invadieron el Nuñez.


 En Abril no pasó tampoco nada interesante, mi amistad con Paula fue creciendo y alguna que otra fiesta en mi casa si que cayó.

 En Mayo empezó a hacer buen tiempo y como aún la mayoría no teníamos 16, optamos por ir a lo fácil, montarnos nuestro propio campamento en la Rosaleda.
 EL Sábado 12 de Mayo, lo pasé con las mejores, con mis EPIC y aunque acabé un poco mal, la noche en casa de Laura con Elena también estuvo llena de risas.


 En Junio el curso se terminó, mi clase de 4ºD se despidió y viví un San Juan divertido, aunque mejorable, eso siempre.


 En Julio me despedí de mis amigas como mejor sé, con un desfase en casa de Laura y al día siguiente Elena y yo emprendimos un viaje de 10 días a Boñar.

 Y a la vuelta... Tuve una sorpresa. Mis 16.

 En Agosto mis Les Cinq más Two nos fuimos a las fiestas de Simancas y nos lo pasamos como enanos.
 Boñar se reencontró en una tienda de campaña para 10.
 Pasé un fin de semana fantástico en el Montico con mi mejor amiga, Paula.
Y Visité inesperadamente a Marta en Suances.
En Septiembre los Sábados con mis EPIC se fueron convirtiendo en rutina y en algo genial.

 San Lorenzo 2012 invadió Valladolid y University Moreras regresó, siendo menos que el año anterior, pero regresó.
 En Octubrelos mellizos Sonia y Alejandro cumplieron los deseadísimos 16 y otra vez, nos reunimos todos para celebrarlo.
Y Sara empezó a hacerse muy importante en mi vida.
 En Noviembre cuatro miembros de Les Cinq más Two se confirmaron.

Y los 16 de Inés, Rodrigo y Paula llegaron por fin.
 En Diciembre mi clase se empezó a hacer una familia y viví al lado de parte de ella, un gran Sábado.














En resumen, ha sido un gran año, con los mejores amigos que se puede tener. Espero vivir el 2013 al lado de todos ellos y espero que estos momentos se hagan mejores.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Maybe.


Cuando las cosas se terminan o se deforman, cuando hay algo que se rompe, que crea una pequeña brecha que ni con los puntos del mejor cirujano se pueden cerrar, te das cuenta, que tan pronto como vino, se irá y tan pronto como las lágrimas se deslizan por tus mejillas, y te mareas y tiemblas, y acaricias una foto suya sobre una pantalla de ordenador y te duele tanto todo, que decides optar por lo fácil  por huir y piensas que aunque haya durado poco, aunque haya sido cosa de unos meses, esa amistad que tan feliz te hizo durante unos meses, se ha estropeado, y ya no puedes seguir y sabes que no puedes ni seguir con esa situación ni con nada, y solo te tumbas en la cama y lloras, y susurras cosas a una foto , cosas que esa persona de la foto jamas podrá escuchar.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Sonríeme.


<<Nos cogemos de la mano, mientras descanso mi cabeza en tu hombro y sonrío, sonrío mucho, pensando en todas esas pequeñas cosas que me gustan tanto de ti. Como ese hoyuelito que se te forma cuando sonríes o esa manera que tienes tan divertida de buscar mis ojos, para que se encuentren con los tuyos, o esa voz que tanto me gusta cuando me susurras que me quieres al oído, susurros que hacen que todo mi cuerpo se estremezca. Todas esas pequeñas cosas son las que hacen que un rato contigo sea tan especial que ni yo misma sé explicar, como la mayoría de mis sentimientos hacia ti.

Creo que la gente no se hace ni una idea aproximada de lo mucho que te quiero, pero, ¿sabes qué? Me importa más bien poco, porque creo que tú y yo lo sabemos bien y creo que te demuestro día a día que me encantas tú y tus pequeñas cosas, tus pequeñas cosas especiales, fantásticas y queribles. No sé ni si quiera si esa palabra existe, pero mira, ya tienes un adjetivo más que añadir a la lista de adjetivos que te describen. Y son muchos.

Me gusta quererte así, me gusta echarte de menos, me gusta cada centímetro de tu piel, me gusta sentirte cerca y saber que te tengo, me gusta necesitarte, me gusta que me dejes sin aliento con una palabra, me gusta todo, absolutamente todo de ti y creo que te conozco de toda la vida. Increíble, ¿no crees? >>.


domingo, 28 de octubre de 2012

Yo lo he hecho.


Todas las noches, solía pensar que les encontraría, y finalmente lo hice, en la calle oscura sin final. No tenemos nada que perder, entonces nos arriesgamos y tampoco tenemos nada que ganar, entonces nos echamos atrás y entonces no tenemos nada que deseemos más, excepto construir nuestras vidas, nuestras historias y hacer de todo ello una magnifica y enorme obra de arte. Una tan grande que sea imposible comprar.
La gente importante que se ha ido parando en mis 16 años de vida, me han enseñado que hay que aprender a vivir rápido, a morir joven y a ser salvaje y a divertirse. Todo ello en una sola noche.
Creo en todo aquello que solía ser, creo en la persona en la que quiero llegar a ser, creo en la libertad, creo en la libertad de mi pequeño mundo irreal y perfecto. Y creo en lo bueno que tienen las personas nuevas en tu vida, en que si estas en guerra contigo misma, sigue adelante, sigue conduciendo, no frenes. Solo déjate llevar.  
¿Quién eres tú? ¿Quién está leyendo esto? ¿Crees que me importa si crees que estoy totalmente loca? ¿Has creado una meta que conseguir? ¿Has creado una vida para ti mismo donde eres total y perfectamente libre para experimentar todo aquello que jamás podrás experimentar? Yo sí, lo he hecho, lo estoy haciendo. Y estoy jodidamente convencida de que es absolutamente fantástico. Y sí, sí, sí, estoy loca. Pero soy libre.


jueves, 25 de octubre de 2012

Wild, young and free.


Estuve encerrada en un invierno imaginario dentro de mi pequeña vida y la gente a la que conocí en aquel desgarrador frío fueron mi único verano. Por las noches, me despertaba soñando que saldría de mi prisión. Caía dormida con la imagen constante de mi misma riendo, bebiendo largos tragos de una botella de alcohol y bailando con toda esa gente. Tres días antes de decidirme a salir de la idiotez que recorría mi cuerpo, mis únicos y verdaderos momentos felices fueron ellos.
Era una pequeña escritora, no una famosa, que una vez soñó con convertirse en una brillante poetisa, pero que en una serie de eventos lamentables vio todo aquello convertirse en polvo, dividirse como un millón de pedazos de un espejo roto ante el cual solía mirarme cada mañana para darme ánimos. Las estrellas de la noche me llevaron a una locura que ni yo misma sé explicar, el cielo nocturno sobre el que dormía y soñaba y rezaba triste y lentamente me acunaba cada noche. Pero aquella locura no me importó tanto ya que sabía que se necesita conseguir todo lo que siempre quisiste y luego se necesita perderlo para saber que es la verdadera y fortuita libertad y gratitud.
Cuando la gente a la que conocí aquel año se enteró de mi desastrosa actitud y mi forma de vivir, me preguntaron por qué. Pero es inútil hablarle a personas que tienen la felicidad a diario, ellos no saben lo que es buscarla tan desesperadamente que tu cabeza entra en combate consigo misma hasta destrozarte tanto que cuando el resto se quiere dar cuenta no eres más que un cuerpo que camina sin pensamientos coherentes, sin sentimientos y completamente todo vacío.

Siempre fui una chica rara , mi madre me decía que tenía una visión muy rara de todo y que era más cambiante que cualquier camaleón. No tenía ninguna brújula que me indicase el camino, ni unos gustos permanentes a cerca de nada, simplemente me gustaba cambiar. Probar cosas nuevas. Era una persona indecisa y esa indecisión interior era tan grande y tan violenta que me recordaba al mar en invierno. Picado y salvaje. Y si os dijese que todo lo que pasó no fue mi intención, mentiría porque nací para ser la otra persona que ellos no querían encontrar en mí. Yo no era de nadie que era de todos, que no tenían nada. Lo quería todo con cada experiencia vivida y con una obsesión que me consumía cada minuto y segundo que pasaban, obsesión que me aterrorizaba hasta tal punto  que ni las palabras querían salir de mi boca. Todo había sido un sueño… O tal vez no.
S.

Sonrisas al viento.


<<Gracias…>> La chica pensó aquello mientras él la abrazaba y la acariciaba la cabeza con dulzura. Ella se apoyo en su pecho y lloró en silencio. Quién sabe si por felicidad o por tristeza, nadie lo sabe, yo no lo sé, pero sé que ella le quería. Eran amigos, solo eso, pero después de todo lo que había pasado, muchos creían que aquello no podía ser solo amistad. Él no era ese tipo de chicos románticos, que dejaban que los demás viesen sus verdaderos sentimientos, no, era de esos que se lo guardan todo dentro, que gastan bromas y se hacen los graciosos para que el resto le tome por simplemente el simpático del grupo, pero en realidad, era así con quien le importaba más bien poco, pero con ella no, con ella era la persona más cariñosa y amable del mundo y ella se sentía afortunada por poder disfrutar de él de aquella forma.

Las cosas habían cambiado, pero se seguían queriendo como el primer día. Los años habían pasado, sus amigos de instituto habían tomado caminos muy separados y lejanos, y aunque ellos dos estudiasen cosas diferentes, seguían hablando a todas horas y se seguían viendo, como si el tiempo para ellos no hubiese pasado. Muchas veces piensan en sus amigos y en su pasado y la tristeza los invade, pero por lo menos se siguen teniendo el uno al otro.

-¿Qué crees que habrá sido de ella?- La chica se separó de él y lo miró a los ojos, algo apenada.
-No lo sé. Quizá ella tampoco se haya olvidado de nosotros…- Él la acarició la mejilla y recorrió los hoyuelos que se formaban en sus mejillas cuando ella sonreía.
-Tal vez tengas razón. ¿Crees que pensará en nosotros?-
Él la dio un leve beso en la mejilla y se puso a caminar delante de ella. Ella le siguió y aún con su vieja amiga en mente, dejó escapar una sonrisa al viento.


Lo cierto es, que la chica de la que hablaron aquel 25 de Octubre, pensaba en ellos cada día, y lo que ellos no sabían era lo cerca que ella estaba de ellos. Escribiendo la historia de su vida, la vida de sus vidas, el final de sus finales. 

domingo, 14 de octubre de 2012

Sino. Sí y no.


Me desperté en un sueño. En él, estaba en una estación de tren oscura, con mucha gente a mí alrededor, despidiéndose de sus seres queridos algunos, otros bajando de los trenes y llorando de felicidad al ver a las personas que estaban esperándolos, y otros simplemente bajaban del tren con poco equipaje y volvían como se habían ido. Solos. En cambio, en mi andén estábamos unas seis o siete personas, esperando un tren que nos llevaría a ninguna parte. Un niño pequeño tiraba del abrigo gris de su madre, un bebé reía las caras que su padre le ponía, una señora se fumaba un cigarrillo y sonreía amargamente mientras se aferraba a una medalla, de estas que se abren y en su interior guardan una foto, que colgaba de su arrugado cuello, y una pareja joven se besaba e intercambiaba sonrisas, mientras consultaba de vez en cuando el reloj de la estación. Yo, miraba a mí alrededor y me acurrucaba más en mi abrigo, subiendo el volumen de la música que sonaba en mis cascos.
En ese tiempo que esperé al tren en aquella estación de tren, me di cuenta de que el tren que yo esperaba me llevaría a ver a esa persona culpable de mis constantes escalofríos, de mis constantes sonrisas, de mis constantes sentimientos creciendo y creciendo en gigantesca espiral por todo mi cuerpo.
Entonces lo entendí, aquel tren, nos llevaría a todos a donde quisiésemos estar.
Y me pregunté, si realmente quería ver a esa persona, me pregunté si tenía miedo de lo que pudiese sentir, me pregunté si estaba segura de querer ver esa sonrisa que me daría la respuesta. Y me respondí a todo que sí. Si que quería ver a esa persona, si que tenía miedo de lo que pudiese haber estado creciendo en mi todo aquel tiempo, y si, estaba segura de querer ver la respuesta.

Me subí al tren y me acurruqué en un asiento al lado de una ventana, cerré los ojos y desperté justo cuando mi móvil vibraba en mi mano, señalándome, que mi parada era la siguiente.

Con el corazón en un puño y toda mi cabeza dando vueltas, esperé a que las puertas se abriesen, bajé del tren y me acerqué caminando hasta la respuesta. 

domingo, 30 de septiembre de 2012

Alguien más especial de lo que tú creias.


Dicen que las mejores personas aparecen cuando más lo necesitas. Y no se equivocan.  Las mejores cosas llegan de improvisto. Llegan y cuando llegan te das cuenta de que esas personas a las que hacía ya tiempo que conocías se convierten en un apoyo muy grande en tu vida, coges la costumbre de hablar con ellas, de llamarlas en una tarde de Sábado, cuando estás encerrada en casa, sin saber muy bien qué hacer. Allí están ellas. Diciendote que confíes, y a medida que pasan los días, las horas hablando, las sonrisas y los abrazos se hacen cada vez más importantes, más especiales y es cuando te das cuenta. Las quieres de verdad, te han llegado muy adentro y apenas han pasado dos semanas… Esos detalles te hacen ser más fuerte, te hacen ver las buenas cosas de la vida y que aún las mejores cosas están por llegar. Y a las pruebas te remites. Allí están esas personas, diciéndote que te quieren, que eres especial y te hacen sentir un cosquilleo y una sonrisa se te escapa, una sonrisa que no quieres que se te borre nunca.


Esas personas, son las mejores cosas que podrías esperar de una mala racha. Son un regalo y no quieres que acabe nunca. Esperas no ser solo un pasatiempo. Esperas que esa amistad que ahora crees que es muy pequeña, se haga enorme, tan grande que no te quepa dentro. 

miércoles, 22 de agosto de 2012

De aquí a la eternidad.


Ya se esta terminando. Lo sabes, no? Y como no quiero que se acabe sin haberte dicho todas las cosas que quiero decirte, te lo escribo. Que es como más mejor, no crees?
¿Cómo empezó todo? Creo que fue un día en Matemáticas, que me cambie de sitio y me senté a tu lado. Desde ahí hasta hoy, me has demostrado día sí y día también, que eres alguien muy particular y no, no como todo el mundo. No. Tú eres mejor. Y sé que por muchísimos años que pasen, jamás voy a encontrar a alguien como tú. Tan imperfectamente perfecta.
Me alegra haber vivido un año así a tu lado.

Uno de los mejores años que he podido llegar a vivir con alguien. Un año, que se quedará entre ellos. Entre los mejores. Porque sé que nunca te lo he llegado a decir, pero tú para mí poco a poco te has ido convirtiendo en alguien a quien yo mismamente considero, más que una amiga, en el buen sentido de la palabra.
Y que me iría contigo de aquí a la eternidad.

¿Sabes? Creo que eres de las pocas personas que saben como estoy con solo intercambiar un “hola, ¿Qué tal?” por el chat del Tuenti. Creo que eres de las pocas personas que me entiende en su totalidad y que con tal solo mirarnos a los ojos ya sabemos cómo estamos, tanto la una como la otra. Esos detalles que para muchas personas carecen de importancia, para mí valen más que mil palabras.
Para mí todas las carcajadas que me has sacado, han sido total y descaradamente auténticas, porque como tú me dijiste en su día, esto que tenemos es algo autentico, no es artificial. Contigo no necesito fingir. Contigo soy yo misma. Tal y como soy. Comparto cosas que realmente con pocas personas puedo compartir.

Sé que no eres de esas que suelen decir un “te quiero” a la ligera, y contigo he aprendido a reservarlos para momentos en los que realmente sea necesario decir. Porque un “te quiero”, para mí, por ejemplo, tiene un significado acojonante. Una sonoridad para mi escalofriante y creo que eres la única a la que se lo digo con una sinceridad que ya muchos desearían gozar.
Puede que yo haya pensado que he sido una más, una compañera más, una amiga que si se va tampoco echarás de menos, pero, creo que me has demostrado todos y cada uno de los días del año, que te importo. Aunque solo sea un poco.  Y eso para mí ya es algo muy especial. Gracias.

Podría haberte escrito algo mil veces mejor, pero dime una cosa… ¿Qué te voy a poder decir que no sepas ya? ¿Qué te voy a decir que no te haya demostrado ya? Me ha costado mucho expresar todos mis sentimientos, me ha costado mucho quererte, pero hemos llegado muy lejos. Hemos superado bastantes baches en un año. Hemos sabido llevar todo perfectamente. Porque nada nos aflige. Me has levantado millones de veces y me has hecho reírme como nunca. Me has consolado de la mejor manera posible: con nuestras chorradas. Me has llenado y me has llegado muy dentro. Y nunca vas a poder salir de ahí. Nunca, por mucho que me llegue a enfadar, voy a poder odiarte, porque eres y serás esa chica especial que se ríe como una bruja, se tira eructos en público, da la mano o una palmadita en la espalda en lugar de dos besos, mira mal sin querer, se emborracha y sabe sacarse buen partido, no se arrepiente casi nunca de nada y sabe hacerte sentir sumamente bien con cuatro palabras que diga. Gracias, otra vez.
No necesito a nadie, porque sé que si me pierdo, será la mejor aventura jamás vivida. Y si he de vivirla, que sea contigo y no con otra.
Que cuando tú estás conmigo, se desvanece el dolor.

Para aquellos que no lo sepan, esta chica es Paula, una de las mejores personas que muy pocos podrán conocer en su totalidad.
Gracias por haberme hecho vivir tantas cosas en tan poco tiempo.

Tú y yo, contra el mundo.


-Hola!-El circulito rojo con un uno en su interior que me indica que alguien me habla, aparece sobre su nombre. Como cada día.
-Hola!-Respondo lo más rápido que puedo.
-¿Qué tal estás?-
-Bien.-
Silencio, ninguna respuesta por parte de ninguna. Hasta que sin saber cómo, se da cuenta.
-¿Segura?-
<<Increíble>>  Pienso.
-Claro, no te preocupes.
-¿Me tomas por idiota?-
En ese momento me di cuenta, de lo mucho que la importo y de lo bien que me conoce, ya que sin contacto, con un par de palabras que intercambiemos por chat ya sabe de verdad como estoy. Las lágrimas comenzaron a humedecer mis ojos, una vez más en ese día.
-Claro que no. Pero estoy bien. –
-No te creo.-
Ella, tan increíble. Tan insensible y tan imperfectamente perfecta, consigue hacerme llorar todos y cada uno de los días. La echo de menos. Y la echaré aún más de menos el próximo año. Quiero verla y que venga y haga que se me olvide todo. Todo. Solo ella sabe cómo hacerlo y la necesito. 

viernes, 10 de agosto de 2012

The end?


Ese momento, en el que te despiertas, empapada en sudor frío, con escalofríos por todo el cuerpo, llorando, aunque casi no te das cuenta de que lo haces, tras una pesadilla tan real como la lluvia cayendo sobre tu ventana, te das cuenta, de que el final está más próximo de lo que crees. De que ha sido un buen año. Un buen año, a su lado. Con ella, toda una verdadera amiga. Te das cuenta de que puede que se acabe, y no solo su compañía, si no la de todos aquellos amigos, compañeros, pasillos, mesas, sillas, profesores, que te han acompañado durante 4 años enteros.

Y mientras tanto, nadie lo sabe, todos te hacen reír, te preguntan, te abrazan, se hacen fotografías a tu lado, cantan contigo, y no saben, que esos momentos son los más especiales que pueden regalarte. Y sonríes, con tristeza, agarrándote el estomago, que se niega en deshacer el nudo que te oprime la garganta. Que se niega del todo a sacarte carcajadas enteras y sinceras. Ya se acaba. Y lo sabes.


domingo, 15 de julio de 2012

Sí.


Morena, de estatura, para mí que soy un enano de jardín, alta, ojos marrones, de preciosa sonrisa y con un cuerpazo que muchas quisieran. Ahí está. Acercándose y diciéndome “felicidades”, ella, que ni siquiera la conozco. Dos besos rápidos y una sonrisa amable. Ahí, justo ahí, empieza todo. Empiezan las eternas sonrisas al hablar con ella, las mil y un pulsaciones por minuto al ver que se acerca el momento de vernos,  los nervios y la vergüenza al no saber reaccionar cuando está cerca.
Solo han sido dos días. DOS DÍAS. Y ya me encanta. Y cosas como están me sirven para darme cuenta de que las cosas buenas pueden llegar en cualquier momento y en el menor tiempo posible te pueden hacer ver que son espectaculares y posiblemente, no se terminen en seguida. Posiblemente, podamos disfrutar juntas durante un tiempo. Yo estoy dispuesta a ello. Y a pesar de que tengo miedo, tengo muy claro que si no sale bien, no voy a atormentarme. Pero confío en que saldrá bien.

miércoles, 11 de julio de 2012

Nunca pensé que se terminaría tan deprisa.


Ese preciso instante, en el que te detienes a mirar a tu alrededor, a observar las caras de todos tus amigos, bailando esa canción que suena por última vez en aquel recinto que tan buenos momentos te ha regalado, ese preciso instante en el que te das cuenta que todo se está terminando, ese preciso instante en el que te das cuenta de que han pasado 10 días y ya te tienes que ir.
No quieres que acabe, lloras, se te empañan los ojos, les miras, te sonríen, tratando de darte ánimo, regalándote la esperanza de que os vais a volver a ver, regalándote un último abrazo, un abrazo de aquella monitora que te ha sacado mil sonrisas al día, aquella persona que se ha convertido en una amiga, aquella persona que creías que nunca serías capaz de dirigirle una palabra y ahora lo sabe todo de ti, y piensas en todos y cada uno de los momentos vividos y te derrumbas, al saber que ya nunca se volverán a repetir.
Se ha terminado, ya no habrá más risas durante el desayuno, la comida y la cena, ya no habrá más canciones, ya no habrá más duchas musicales, ni más juegos a oscuras, ni más <<ay no, no me quiero sentar aquí que pincha>>, ni más <<sácanos una foto a las dos>> cosa que se convertía en una foto de 20 personas, ni más cambios de temperatura surrealistas, ni nada de lo que te ha hecho tremendamente feliz 10 días enteros.
Pero es eso, son momentos irrepetibles, pero si estás triste, si lo echas de menos, si deseas volver, si se te escapa alguna lágrima o sonrisa leyendo esto, es porque ha sido muy importante para ti, es porque realmente has disfrutado como nunca, es por eso y por mil motivos más.
No ha pasado ni un día y ya echo de menos a todos.
Susi, Eva, Vicky, Sandra, Rubén, Dani, Bea T, Manu, Merche, Henar, María, Patricia, Martas, Claras, Elenas, Samuel, Adri, Lydia, José Luis, Nuria, Sandra, Yanira, Héctor, Diego, Ana, Abraham, Sergio, Desiree, Sara, Manolo, Natalias, Alasan, Bilal, Adela, Pablo…

jueves, 28 de junio de 2012

Un problema embotellado.


Hace calor. La cama está ardiendo. Alumbro con el reloj el suelo y cogiendo unos cojines, los coloco a modo de cama y me tumbo sobre ellos. Así mejor. Más fresquito. Son las 8 de la mañana. Aún queda tiempo. Cierro los ojos y me sumerjo en un profundo sueño. En un sueño que normalmente ahuyento sacudiendo la cabeza.

La puerta se abre, unos pies avanzan por mi pasillo. Sigo dormida. De repente, algo se sienta sobre mí, en la cama. Y me besa. Y abro los ojos y me pierdo en los suyos. Y me dejo llevar. Y sigue siendo tan espectacular como la primera vez. Los besos siguen. Más calientes. Con más pasión. Con más sentimiento. Nos desnudamos poco a poco, lentamente. Y se incorpora, me sonríe y me despierto. Empapada en un sudor frío, creyendo que ha sido todo real.
Empiezo a pensar que no se distinguir entre realidad y sueños y me asusta creer que siento demasiadas cosas por la persona que atormenta mis sueños día sí y día también. 

¿Las cosas han cambiado? No. No lo creo. Puede que un poco por mi parte. Pero no lo demuestro. Para mi está todo incluso mejor. Echaré de menos algunas cosas. Pero aunque nos separemos en verano, es solo eso. Tiempo. Una estación más. Quiero dejar de tener que sacudir la cabeza para dejar de pensarlo, pero ¿y si pienso tanto en ello por que sigo teniendo esa fe de que puede que pase algo?


viernes, 22 de junio de 2012

Momento incómodo.


-…Y mirar a alguien directamente a los ojos? -
-No, ni de coña. Es una de las cosas que menos me gusta hacer. Pero porque es algo incómodo, es como si estuviesen dentro de ti, es como si con solo una mirada, supiesen como estas, si te pasa algo o no. Probablemente ese gesto sea el más sincero de todos. Incluso más que un beso. Yo soy de apartar la mirada en seguida, no aguanto esa sensación.
Los ojos son lo que más expresa de toda la cara de una persona. Y la verdad, es que yo personalmente, es en lo primero que me fijo de alguien. Los ojos.
Pero seguramente que pase eso, lo de ponerte nervioso digo, porque con la persona que lo haces, te conoce y con solo mirarte lo sabría todo.
-Entonces, ¿si te miro a los ojos, lo sabría todo?-
-No todo, pero averiguarías más cosas de las que yo quisiera que supieses.-
-Y sabría si me quieres?-
-Seguramente.-


miércoles, 20 de junio de 2012

Sigue siempre adelante.


-Tienen el nuevo libro de Carlos Ruiz Zafón?-
-Déjeme que lo mire…-La mujer del pelo ceniza, se elevó las gafas al tiempo que tecleó una serie de datos en el ordenador-…No, lo siento, se han llevado el último esta mañana, pásate la semana que viene, si quieres.-La mujer sonrió amablemente.
-Gracias.-La chica se colocó la mochila sobre su espalda, se puso el casco en la oreja que había vaciado para escuchar a la mujer y se giró para marcharse.-Volveré la próxima semana.
Pero no volvió. Y la mujer del pelo ceniza lo supo. Lo leyó en sus ojos ojerosos, negros y con indicios de que había estado largas horas llorando. Trató de ser amable, de sacarla una sonrisa, pero no lo consiguió. Conocía a aquella joven de hacía ya muchos años, la tenía cariño, era cliente habitual, y la dio lástima verla así de triste.
La semana siguiente la mujer leyó en el periódico la desaparición de una chica el 20 de Junio, justo el día después de ver a aquella chica en su local. Cuando vió la foto una sonrisa tristísima se la dibujó en la cara y susurrando un <<espero que hayas encontrado la felicidad que buscabas desesperada>>, dejó escapar una lágrima.

Aquella chica, se suicidó el 20 de Junio de 2012, tirándose por uno de los puentes de su ciudad. ¿Sus motivos? Ninguno lo suficientemente lógico para justificar aquella acción. Dejó una carta sobre su cama, antes de desaparecer, donde explicaba la causa de todo aquello, donde se despedía de sus amigos más cercanos y de su familia, dando las gracias de aquella manera por esos dieciséis años de vida.
Todos lloraron en su funeral, solo unos pocos aún la recuerdan y solo algunos ya la han olvidado.
Fue tema polémico durante año y medio y su tumba recibió flores casi todas las semanas, hasta que quedó en el olvido, rodeada de flores marchitas, como cualquier otra tumba del cementerio.
La joven decidió acabar con su vida por el simple hecho de no soportar la presión, tampoco tenía una mala vida, su familia la quería y la apoyaba y sus amigos eran buena gente con la que ella contaba para prácticamente todo, pero las cosas se torcieron y exageró su situación, creyendo que así solucionaría todo.
Ahora ella está muerta y nos acompaña a diario una vocecilla que nos dice que aunque se tuerzan las cosas, puede que, tarde o temprano sean rectas de nuevo.

Irreparable.


Y de repente ocurre, las imágenes del pasado regresan a ti, cuando crees que todo iba bien, cuando crees que ya nada podía estropearlo, pasa y lo estropea.
De nuevo esas ganas de marcharte a dar un paseo eterno, de nuevo se te hinchan los ojos, de nuevo el coche en el que viajabas tranquilamente, vuelca y se estropea el trayecto.
Todo parece estar manchado de una sustancia que no se puede limpiar, todo toca a su fin y te caen hostias de todas partes. No las ves y crees morir estar en el peor de los infiernos.<< Ojala>>, piensas, y todo el cuerpo te duele, ya no tienes ganas ni de la fiesta más monumental que se presente. No quieres hacer otra cosa que no sea tirarte en la cama y esperar a que todo pase, de nuevo.

Todo con el paso del tiempo vuelve a su ser, o eso dicen, o eso yo creí hace un año. Y no ocurrió. Nunca nada vuelve a su ser. Si las cosas han de cambiar, cambian por una razón. 
Por lo tanto si has de estar así, con esa sensación de vacío, con las lágrimas en los ojos durante días enteros,  hazlo, estate así, sufre, hasta que no puedas más. Sufre y deja que pasen los días, ya se cerrará la herida algún día.

jueves, 14 de junio de 2012

Lucky..

Falta poco, no te pares, no te rindas, el premio será más dulce que cualquier pastel, no eches la mirada hacia atrás, solo concéntrate en tu meta, en tu premio, si te caes levántate, tienes una última oportunidad, puedes recuperarlo, puedes conseguirlo, es un último "sí puedo".
Crees que todo ya no vale nada, lo das todo por perdido, pero nada está perdido hasta que no te digan lo contrario. Sigue. Rápido, los último granos de arena de tu reloj van a caer al otro extremo, el tiempo se agota, a penas una semana de lucha. TÚ PUEDES. SÍ, PUEDES.
LOS RAYOS DE SOL SOBRE TU CUERPO ESTÁN A PUNTO DE ROZARTE, SOLO TIENES QUE LUCHAR CONTRA EL FLEXO QUE CADA NOCHE TE ALUMBRA LOS LIBROS CON UNA LUZ MENOS NÍTIDA, SOLO TIENES QUE LUCHAR CONTRA LAS FECHAS, LAS DECLINACIONES, LAS ECUACIONES, LOS NÚMEROS, LAS FÓRMULAS, LOS COMPLEMENTOS, LOS SINTAGMAS, LAS FIGURAS, SOLO TIENES QUE LUCHAR CONTRA AQUELLO QUE LLEVA AMARGÁNDOTE TODO UN AÑO.
PUEDES. SÍ, CLARO QUE PUEDES.
No te rindas. Nunca es demasiado tarde para conseguirlo.


jueves, 7 de junio de 2012

Ya no hay ganas de seguir tu show.

Todo recto, subiendo y bajando, en espiral. Vueltas, caídas, sonrisas al verte, suspensos, llamadas, besos, recuerdos, cosquillas, mariposas, gente nueva, sentimientos creciendo, amor y desamor, amistad y replanteamiento de ello, salvaje, noches en vela, sueños, pesadillas, desastre, colisión, felicidad, lágrimas, textos…
Cada una de esas palabras guarda una historia, demasiado larga, demasiado retorcida, demasiado punzante. Todo sabía que no podía ir tan bien. Sabía que pasaría. Ya pasó una vez, ¿Quién me dijo que no volvería a pasar? La ingenuidad me define. Y la ilusión vive en mi. Y todo se vuelve negro, hace frío en mi habitación y la vista se me nubla, no veo y me caigo, y PAF choco contra algo duro al principio, pero blando al final. Intentan decirme que no es importante, pero lo es.

martes, 5 de junio de 2012

Todo lo que siento por ti, solo podría decirlo así.

<<Creo estar enloqueciendo>> Todas las mañanas al tumbarse en la cama antes de cerrar los ojos para sumergirse en una nueva aventura, se pone a pensar en hipotéticos y alucinantes casos, en los que ellas, se reencuentran. Ella, cree estar volviendose loca. Ella cree estar sintiendo cosas que ella misma se prohibió. Ella mueve la cabeza al mismo tiempo que un escalofrio la recorre la espina dorsal cuando esos sentimientos florecen. Tiene miedo, sí, pero que más da tenerlo, ya es tarde, ya esta loca. Ya están aquí. No quiere ni pensar en la catástrofe que sería que terminase enterandose, pero bueno, ha llegado a cierto punto que todo la parece que da igual. Se siente como una gilipollas al ver que su móvil se ilumina cuando ella la habla, la cuenta sus cosas, se ríen y se quieren. Poco, pero se quieren. Aunque bueno, la verdad es, que si que se quieren bastante.
Todo esta bien, las lágrimas ya no sirven aquí, es un problema gracioso al fin y al cabo, y puede que hasta haya aprendido a dejar que nada la afecte tanto como lo hacia antes.


sábado, 19 de mayo de 2012

A veces es importante decir cosas que merece la pena decir.

Yo creo que todos decimos cosas importantes aunque no nos demos cuenta. Seguramente pienses que no eres capaz de hacerlo, tal vez creas que es mejor guardarse ese tipo de cosas. Pero te equivocas. Es malo. Lo mejor es sacarlo hacia fuera, no temas, no va a pasar nada, es solo un sentimiento. No te quedes dentro algo que puedas sacar fuera. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Creeme. Parece una gilipollez, pero cuando no te des cuenta, puede que esa cosa importante te este haciendo más daño del que crees. Date prisa, no te demores más, aunque creas que no es el momento, será el momento.
Vive, sacalo, y a veces es importante decir cosas que merece la pena decir.

Hate.

Hoy es uno de esos días, que llevas planeando toda la semana, que llevas esperando con ansia, que crees que nunca va a llegar y que cuando llega, pasa algo, lo mas inesperado que pueda pasar, va y pasa y lo jode todo. Todos esos planes en tan solo un instante se van al garete y todo lo que creias que iba bien, va mal. Y tu estado de ánimo esta mas bajo que el puto infierno. Y aunque sea una gilipollez. Aunque solo vaya a faltar esa amiga, te sientes impotente. Te sientes mal. Estas triste y el cielo que ahora esta gris, te parece más gris aún. Todo esta triste. Todo sale mal. No hay nada peor que organizar algo con toda tu puta ilusión y que se joda por el puto tiempo y por la ausencia de la persona más importante para la persona a la que has organizado el sábado.
Se me pasan millones de hipotéticos momentos por la cabeza y siento un odio tremendo hacia las personas que lo han estropeado todo. Las odio. Si por mi fuese, las mataba. Parece una locura, lo sé, pero por su culpa, todo ha salido mal. Y la suciedad que mancha las calles, me parece ahora de lo más limpio, comparado con sus putas vidas, grises, amargadas y putrefactas.
Les deseo lo peor.

lunes, 14 de mayo de 2012

De un lado a otro.

Me preocupa pensar, que tal vez, vaya a más.
Sé que no esta bien, lo sé, pero me da igual. Por recordarlo y añadirle un hipotético “¿y si…?” no pasa nada, ¿no? Quien sabe, si el día de mañana, pase algo de nuevo. Ni tú, ni yo, ni ella, ni él, ni nadie lo sabe y me da igual que algunos piensen que es raro. Para mi no lo fue. Me asusté al principio, no lo niego, pero después, que más daba, ya total, no habia marcha atrás. Esa frase que me dijo, preocupandose por mi, por mis sentimientos, me sacó en un primer momento una enorme sonrisa, pero ahora, pienso que tal vez tuviese razón. “No quiero hacerte daño” me dijo. “Esto no esta bien, para” susurro. Pero no la hice caso.
Ahora sacudo la cabeza, tratando de aullentar esas gilipolleces de mi cabeza, concentrandome en lo que sí que puede salir bien.

domingo, 29 de abril de 2012

Wake up.

Y el puntero del ratón, se posó sobre su nombre, mientras mi dedo hacía el amago de pinchar sobre él, para abrir una nueva conversación. Pero mi cerebro actuó antes que mi corazón y aparté enseguida esa idea de mi cabeza, miminizando la ventana y abriendo la carpeta, cuyo título rezaba: MÚSICA Y SONRISAS.
Me apollé en mi escritorio y mientras miraba sin interés alguno la música que ocupaba ese rincón de mi ordenador, hize doble click, en una que hacía poco había descubierto. Dirty Paws de Of monsters and men. A pesar de que la canción no fuese especialmente, lo más alegre que conocía, me gustaba. Y sonreí. La música, me hace desconectar. Me hace vivir ese momento. Inventandome historias en mi cabeza, historias subrealistas, sueños y a la vez pesadillas.
Tengo una manera de ver las cosas un tanto peculiar. Pero me da un poco igual. Me gusta soñar despierta.



 

lunes, 23 de abril de 2012

Mountain sound.

-¡Venga Charo, que nos vamos sin ti!- Grité con todas mis fuerzas, sacando la cabeza por la ventanilla del Renault azul oscuro de aquella peculiar familia.
A los diez minutos de esperarla, salió del portal de la Calle Ferrocarril, cargada con bolsas y maletas.
-Pero joder, cielo, ¿que llevas? ¿Todo tu armario?- Juan Carlos, su marido, salió del coche al verla llegar, para ayudarla, y haciendo hueco en el maletero, una gran carcajada inundó el coche.
Nos pusimos rumbo a Asturias, con la música a todo volumen sonando en el interior del coche, con las cuatro ventanillas bajadas.
Las canciones de Hombres G, El Canto del Loco, Pereza, Los Nikis y muchos grupos españoles más, hacian el viaje más ameno.

He de decir, que, esas vacaciones, fueron, para mí, todo un regalo. Cada baño en ese mar que tanto me gustaba, cada viaje, cada canción, cada castillo de arena, cada comida, cada una de las sonrisas, que todos ellos me regalaron, hicieron, que hoy, lloré al pensar, que nunca más vuelva a vivir unas vacaciones con mis dos familias. Tanto la de sangre, como la otra.

El tiempo y los pocos años que he vivido, me han enseñado, que a pesar de todo el esfuerzo que pongas en algo, si no vales no vales. Y yo, sé que he de rendirme a tiempo, antes de que me haga daño. Ellos siete me lo llevan diciendo, desde que el verano pasado, no hubo vacaciones en familia para nadie. He empezado a pensar, que tal vez, deba sufrir este año de ESO y rendirme ante lo imposible.
Con esta entrada, quiero agradecer toda la confianza que han puesto en mi, todos los empujones y todo el cariño que me han aportado, en este duro viaje, llamado adolescencia.
Aquí pongo fin a mi trauma. Creo. Aunque quizás, pueda salir adelante este poco curso que queda. Con un poco más de empeño.
AÚN NO ME VOY A RENDIR. Si he de morir, que sea luchando, y no llorando.




domingo, 15 de abril de 2012

Una nube más en un cielo azul.

-Estos momentos en los que reapareces después de algún que otro mes sin hablar, contandome tu situación, acudiendo a mí, por razones en los que en estos momentos me importan más bien poco, hacen que me dé cuenta de que aunque, no seas ni mi mejor amiga, ni mi amiga a la que le cuento toda mi vida con pelos y señales, eres de esas amigas con las que sé perfectamente que puedo contar, siempre que algo se salga de su camino. Y por eso te tengo tanto aprecio. Porque tú has marcado un antes y un después en mi vida. Un grandisimo antes y un grandisimo después. Aunque no lo creas, has influido en mi vida notablemente y te quiero con una locura que ni yo misma se definir.
Gracias, Andrea.



Sábado 14 de Abril.

Eran las tres menos cinco de la tarde y mientras me sentaba en mi escritorio un cuadradito verde con un dos rojo sobre el, apareció en la zona superior de mi Android. Habían estado hablando practicamente toda la mañana. Era normal que estuviese así.
-Estoy llorando muchisimo!
Una sonrisa de tristeza se me dibujó en la cara y tratando de hacer lo mejor, me ofrecí a ir a su casa, ya que ella estaba sola. Por un momento me pregunté si estaba loca. ¿Ir allí? ¿A su casa? ¿Con ella?
-Me harías un favor si vinieses...
Con esa frase ya me lo dijo todo y abriendo el armario y sacando lo primero que estaba amontonado en una esquina, me dispuse a vestirme a toda pastilla, pensando la escusa que iba a poner a mis padres para que me dejasen salir.
<<Dios mío, vas a ir a su casa...>> Y riendome por lo bajo, me eché colonia, me peiné y me puse el abrigo, repasando las cosas que tenía que llevar: iPod, móvil, cartera, bonobus y llaves.
-¿A dónde vas?
-A casa de una amiga. Ya tengo con quien ir al concierto de esta tarde.
-¿Tienes dinero?
-No. Solo diez euros.
Mi padre se levantó, saco un billete de veinte y dandome un beso en la mejilla me deseó suerte para conseguir la entrada.
Wio, una de las nuevas canciones de Love Of Lesbian, sonaba a todo volumen en mi iPod y mietras trataba de meter la llave en la cerradura de la verja de mi casa, me repetía una y otra vez que me tenía que relajar. Cerré los ojos, respiré profundamente y abrí la puertecilla.
Bajé las escaleras de dos en dos, casi tropezandome con mis pies, cantando y gritando la canción que sonaba, más nerviosa que de costumbre.
Corrí por mitad de la carretera, cruzando los dedos para que el bus aún no hubiese pasado. Doblé la esquina y allí estaba, parando en ese momento en la parada. Di un bote y corrí a toda velocidad, y cuando el conductor me vió llegar, me abrió las puertas, refunfuñando por lo bajo.
-¿Me puede avisar cuando lleguemos a la primera parada de la Avenida Gijón?
Asitió y me pidió que me sentase cerca.
En todo el trayecto, fuí pensando el saludo que la iba a dar.
<<Se supone que está mal, un abrazo... Puf no sé.>> Lo mejor, sería dejarse llevar y así lo hice.
Después de correr y preguntar por donde tenía que ir a tres personas diferentes, me planté en su portal, llamé al telefonillo y subí al ascensor.
<<Vaya pintas... Parezco un pordiosero.>>  Me peiné como pude en el espejo del ascensor y esperé a que abriese la puerta, cosa que hizo casi enseguida.
Cuando me abrió la puerta, la abracé. 
Estuvimos hablando largo y tendido sobre el asunto que la atormentaba y mientras ella me contaba todo, yo la escuchaba.
Estaba muy cómoda estando allí con ella. Y quien me lo diría. Apenas tres meses atrás no me atrevía casi ni a saludarla por el Tuenti y ahora resulta que estaba sentada en el sofá de su casa, apollada en su hombro, buscando vídeos en Youtube.
Mentiría si dijese que no me pellizqué más de una vez, creyendo que toda aquella situacióm se trataba de uno de mis extraños sueños.
No dije todo lo que quería haberla dicho, pero aquella tarde me dí cuenta de cosas muy importantes. Cosas que me hicieron sumamente feliz, en tan solo un momento. Después de un rato en su casa, dejé de estar nerviosa, dejé de pensar en ella en ese sentido y me di cuenta de que la persona que tenía a mi lado, era de las personas que más me habían ayudado en la vida. Era mi puta amiga y nada en el mundo me hacía mas feliz. Darme cuenta de ese puto echo.


Horas más tarde, estabamos en el concierto de Love Of Lesbian. Y a cada canción que pasaba creia estar en un nube. Cantaba con ganas. La gente de mi alrededor parecía desaparecer a cada estrofa y estribillo que pasaba. Era increible. ¡Estaba allí joder! ¡Había comprado la puta  última entrada! ¡Había pasado todo un día con ella! ¡DIOS, JODER, ERA FELIZ! Todo iba bien, las cosas empezaban a tener algo de sentido. Y me hacía muy feliz, saber que aquella chica confiaba plenamente en mí.





jueves, 29 de marzo de 2012

Solo un deseo.

El otro día iba caminando por una calle, por donde pasa mucha gente todos los días. Cuando llegue al final, me paré en seco, me arrimé a la esquina, para no obstruir el paso a las personas que pasaban, y me giré. Y vi mi pasado. Como si estuviese alejandome de el. Y una sensación de vacio me inundó completamente.
He dejado muchas cosas atrás. Amigos, familiares, historias perdidas, dueñas de una caja vieja ahora escondida debajo de un armario.
Pero hoy, no quiero escribir sobre ese día. No. Hoy, quiero escribir sobre algo, que me ha sucedido hace ya tiempo.
¿Conoceis esa sensación que os invade cuando hablais con esa persona, a la que considerais más que una amiga? ¿Esa sensación que os hace daros cuenta de que las cosas no marchan bien? Pues esa sensación la he tenido hace poco, con ella.
Hace poco, me di cuenta, de que nuestros caminos no eran los mismos. No compartiamos las mismas cosas que compartiamos antes. Y me da rabia. Porque a pesar de que solo la conozco de hace un año y pico, esa chica, ha marcado un gran antes y un gran después en mi vida. No solo por como me ha tratado. No. Si no por su manera de ver las cosas. Por lo madura que es a pesar de tener 15 años. Por todas esas cosas que por mucho que lo intentes no sabes explicar porque son tan sumamente especiales que es fisicamente imposible tratar de explicarlas con palabras. No se puede. Y pensareis, que nada es imposible y todos esos tópicos que tratan de lo mismo. Pero yo pienso así y no me vais a hacer cambiar de opinión. El caso es, que me he entregado totalmente a esa amistad que yo tenía con ella, he confiado en ella como nunca lo había echo con nadie y nos hemos enfadado inumerables veces y nos hemos reconciliado otras tantas, pero ha llegado a tal punto, que me ha hecho ver, que ella, por mucho que yo confie en ella, nunca lo hará de la misma forma.
No la culpo, ni me enfado, ni nada por el estilo. Simplemente, me gusta ser tratada igual que yo trato. Me gusta que una amistad sea recíproca. No la pido ser su mejor amiga, ni ser de lo mejor de su vida. Porque sé perfectamente que no lo soy y sus amigos de casi toda la vida están muy por encima de mí. Solo pido por lo menos, la mitad de la confianza que yo la doy a ella. Solo la pido ser un apoyo para ella.
No la estoy pintando como a la mala de la película o eso intento, porque no lo es. 
Ahora, me dirigiré a ti directamente. Marta, entiendeme.
No quiero tirarlo todo por la borda, otra vez, no te voy a dejar tirada, esta vez no. No te voy a meter una puñalada, como la del año pasado. No. Por eso, voy a intentar, que todo este bien.
Pero concedeme solo ese deseo. Intentalo al menos. Intenta darme tu confianza. Intenta que no sea tu últimisimo apoyo.


jueves, 22 de marzo de 2012

Fight.

Llevaba algún tiempo perdida, desconectada del mundo. Pero he vuelto. Mejor que nunca.
Las últimas situaciones en las que me he encontrado me han echo madurar en cierto sentido, centrarme y ver el lado más positivo de las cosas. He cambiado. Mucho. Más de lo que yo misma me esperaba.
Me he convertido en una chica reservada y discreta. En una persona que desconfía incluso de su propia sombra. Tal vez haya dos o tres personas en las que apoyarme verdaderamente cuando las cosas me van mal. Pero solo eso. Nada más.
Los golpes llegan cuando menos te lo esperas y aunque a mi me han pillado desprevenida alguno que otro, he sabido afrontarlo sin derramar a penas 50 lágrimas.
Tengo que luchar por lo que realmente quiero, pero cuando te ponen los frenos, te das cuenta de que tienes que desistir. Tienes que dejar que pase el chaparrón, que ya saldrá el sol de nuevo. Cuando menos te lo esperes, el río volverá a su cauce y los pajarillos saldrán a cantar tu canción favorita. Es tan solo cuestión de paciencia.
Mientras tanto, relájate, tomatelo con calma, siéntate en tu sofá y pon a todo volumen la canción que más te motive en esos motivos y no vayas demasiado deprisa, porque ni tú ni yo queremos otro golpe más.

domingo, 26 de febrero de 2012

En un mundo descomunal, siento mi fragilidad.

No sé si conoceréis esa sensación horrible de soledad, que aparece cuando estás tu sola, en tu casa, sentada, estudiando, leyendo o haciendo cualquier otra cosa, lo que queráis hacer, me da un poco igual si la conocéis o no, para que os voy a engañar, pero hoy, me siento así. Solo tengo de compañía la voz rota del cantante de Love of Lesbian, que canta junto a Zahara, Lucha de gigantes, y el frescor del ultimo beso que mi madre me ha dado, junto con un "te quiero" que resuena aun en mi cabeza. Sus ojos cansados me miraron tristes, y agarrando fuerte la mano de mi padre, que me sonrió, y me acaricio la cara, se marcharon al hospital, a cuidar a mi abuela. No paro de pensar, en lo terrible que seria perder a esa persona, tan sumamente importante en mi vida. No quiero que se vaya, no quiero que se terminen mis visitas a su casa algún que otro Domingo, no quiero...
Y aquí estoy, susurrando el nombre del perrillo que tanta compañía me ha hecho este mes, hasta que como pasa siempre que viene, sus dueños regresan de sus vacaciones y se la llevan.
Me siento sola, me siento triste, ahogándome en un mar de lágrimas, que parecen no querer dejar de derramarse por mi cara, aún de una cría.


sábado, 25 de febrero de 2012

Si me dices adiós en Febrero, piénsalo dos veces.

Hoy, al despertarme me he encontrado mi iPod por la cama, sonando. De repente me acuerdo. Anoche me acosté escuchando canciones tristes, deprimiendome un poco más y al coger un casco, por la mañana, he escuchado que estaba sonando Sweet Home Alabama. Esa canción, aunque no es triste, a mí me provocó un efecto horrible. Una sensación de tristeza enorme. Un escalofrio recorrió todo mi cuerpo y con las lágrimas a punto de escurrirse por mi cara, me tumbé de nuevo en la cama y me tape lo máximo posible, hasta que mi perro, se subió a mi cama y comenzó a buscarme entre las sábanas. Me destapé y dejé que me diese los buenos días a su manera. Secándome las pocas lágrimas que habían abandonado mis ojos, me levanté y desayuné tranquilamente, cambiando de canal sin detenerme en ninguno, con la mirada perdida, removiendo mi taza de colacao, mareandolo y pensando si tal vez, realmente merece la pena estar así por un mal día.
Me parecen tan cerca y tan lejos los buenos momentos que me duele ser tan poco valorada.
Febrero de La habitación Roja, sonaba ahora por toda la casa y mientras me vestía, escuché con atención la letra, sonriendo con tristeza.
No negaré que hoy no es mi día, pero tampoco negaré, que por orgullo, voy a hacer todo lo posible por que no se me note demasiado.
La decepción de darte cuenta de que una amiga no te sabe agradecer todo lo que haces por ella, va a desaparecer hoy. Por lo menos hoy.
Y si ella decide decirme adiós en Febrero, por lo menos espero que se lo piense dos veces. No creo que nadie merezca que una amiga, te haga sufrir de semejante manera, sin motivos. Simplemente porque tiene un mal día conmigo, sin motivos también.
Con todo esto tan solo quiero decir que a pesar de que alguien se marche, curad ese dolor que os pone a morir, cada vez que volvéis a vivir todos esos recuerdos con esa persona que os amarga la existencia día sí y día también.

domingo, 19 de febrero de 2012

Carnavales.

Niños pequeños correteando de aquí para allá, imitando a aquellos personajes de los que ahora, ese día, se meten en sus carnes y reviven sus aventuras, haciendo un megamix con todos los personajes, de fantasía, ciencia ficción, música, etc. 
Un grupillo de niños juega en un parque, gritando y peleándose para a ver quien es el jefe de la aventura. Me siento en un banco, mientras mi perrillo juguetea entre los arbusto, a observar aquella divertida escena.
-NO! Spiderman es más fuerte que Cenicienta!-Grita uno de los niños.
-Mentiraaaa! Cenicienta cuenta con la ayuda de sus hadas madrinas!-Responde la chiquilla que parece ser de las mayores, mientras saca la lengua, haciendo burla a su oponente.
-Demuéstralo! Chicos contra chicas, venga!-
<<Que típico...>> Pienso, mientras sonrio al contemplar aquella escena que tantas veces he vivido yo cuando era una cría.
El grupillo se divide, y los chicos se ponen en uno de los columpios más grandes, mientras que las chicas se esconden en uno de los toboganes del parque.
-¡AL ATAQUE!- Grita el chico que va disfrazado de Spiderman.
Los otros seis niños, siguen a este, mientras gritan ataques de sus respectivos superhéroes.
Las niñas baten sus baritas mágicas y gritan con todas sus fuerzas, tratando de defender su improvisado fortín.
-¡Super patada!-
-¡Hadas venid a mí!-
Los niños, gritan e imitan sonidos de golpes y hechizos, mientras hacen como que les dan y se revuelcan por el suelo.
La batalla toca a su fin, los niños, que ahora yacen todos en el suelo, estallan en carcajadas y mientras se sacuden sus disfraces, Spiderman y Cenicienta se dan la mano, satisfechos, sonriendo.
Las respectivas madres de los niños, se acercan al parque, charlando animadamente, y mientras llaman a sus hijos, se alejan de aquel parque, escenario ahora de una batalla entre princesas de cuento y superhéroes de cómic.


sábado, 11 de febrero de 2012

Capítulo V-Desastre.

27 de Diciembre, en un lugar de la ciudad.
Va a ser la hora de irse e Irene a cada minuto que pasa esta más nerviosa.
Son las 6 menos diez cuando Irene sale de casa, decidida.Valiente.
Camina deprisa por la calle, esquivando a la gente que le viene de frente, con la música de su iPod a todo volumen. Cambia de canción, le da al modo aleatorio y suena lo inesperado. 1999 de Love of Lesbian. Sonríe a duras penas, cruza y mientras cambia de canción, alza la mirada y observa como el autobús número seis para en la parada de poniente y se pone en marcha de nuevo. Comienza a andar deprisa y cuando ya a atravesado el poniente, la ve, apollada en la barra metálica de la parada del autobús, con las manos metidas en su cazadora vaquera, se gira y la ve. Irene sonríe tímida, tratando de ocultar, esa fea herida que se le ha formado en su labio superior a causa de la fiebre que tuvo el día de noche buena.
Dos besos, rápidos, demasiado bruscos. Cruzan la puertecita del poniente, en un silencio algo incomodo.
-¡Haaaaaber esa sonrisa profident!-Dice Cristina agarrando del brazo a Irene, en un intento de que esta se gire y la mire.
-Bah, ya me has visto en las fotos que he subido al Tuenti.-Responde Irene girando la cabeza para que no la vea.
-Vamos, no seas tonta, que las fotos tenían mucho efecto y no se percibe todo lo bien que debería.-
-Que no, en serio, me da vergüenza.-
-¿Y vas a estar así toda la tarde?-
-Noooooo...-
Caminan, entre risas hasta llegar al portal de Irene, en el que entran y se sientan en las escaleras.
-Vaya, que bonito.-Comenta Cristina cuando ve el portal por dentro.
-Preciosisimo.-
Hablan, sobre todo lo ocurrido entre ellas todo aquel tiempo. Hablan, de cosas sin importancia. Hablan y hablan. Hasta que la hermana mayor de Irene baja las escaleras y diciendo un seco <<hasta luego>>, se marcha. Suben las escaleras, creyendo que en la casa, estarán solas. Irene introduce la llave en la puerta y no, no están solas. Maldice por lo bajo y deja pasar a Cristina. Al ver que en la habitación de Irene no se puede ver la pelicula que tenian prevista, caminan por el largo pasillo y entran en la habitación de la hermana de Irene. Se tumban en la cama y ponen la película. Transcurre sin más.
-Tengo hambre...-
-Sí yo también.-
Se levantan de la cama, paran en el descansillo y se miran en el gran espejo que hay sobre un mueble bastante antiguo. Cristina comienza a caminar, dando la espalda a Irene, mientras esta se queda apollada, observando el cuerpazo de Cristina de arriba a abajo, sonrie divertida y se rie en silencio. Cristina se da cuenta de que Irene no la sigue y se gira al final del pasillo y la grita que si esta tonta. Juntas, van hasta la cocina donde preparan palomitas.
Después de un rato, la película continua hasta que un móvil empieza a sonar. Es el de Cristina. Mientras habla con su madre, Irene piensa en muchas cosas, demasiadas y se estresa, ya se teme lo peor. Y sí, ai esta, lo peor ha llegado.
-Me tengo que ir...-
-Te acompaño, anda...-
Irene no se lo cree, su tarde se ha ido a la mierda, por culpa de la paranoica madre de Cristina. Vaya asco, ni que hubiese cometido un delito. Pobre Cristina, el caos que se va a tener que formar en unos minutos.
La acompaña hasta la parada, para que sus padres no se piensen que estaba con un chico. Cuando llegan el padre de Cristina aparece detrás de las dos y mientras hablan, Irene se aparta un poco. Que incomodo esta siendo aquello.
Cristina que se da cuenta, la despide con dos besos y esta se marcha, cabizbaja, pensando en lo triste que ha sido todo aquello.
Cansada, vuelve a casa, donde llora un buen rato, hasta que Elena la llama y la saca esas sonrisas que solo ella sabe sacar. Como agradece tener apollo en esos momentos.
De una cosa esta segura. La próxima vez que quede, no dejará que acabe tan sumamente mal.



sábado, 4 de febrero de 2012

Capitulo IV- I'll never forget you.


26 de Diciembre, por la noche, en un lugar de la ciudad. 
Ya es de noche, serán las 10 o así e Irene, frente al ordenador, habla con algún que otro amigo, cuando de repente, una ventanita aparece en la esquina inferior izquierda, señalado que una nueva persona quiere hablar con ella. Irene desliza el ratón hasta el lugar donde ha aparecido la nueva conversación y posa el puntero sobre  esta. Cristina Misiego. No se lo puede creer. Una sonrisa se la dibuja en la cara y se recosta en la silla de su habitación, mientras sube el volumen de la música.
-¿Qué tal estás?-
<<Que simpática, se preocupa por mi...>> Piensa Irene al leer el comienzo de la conversación.
¿La dice la verdad? ¿O la miente y la dice que esta bien? 
-Mal, bastante mal, ¿tú?- Ha optado por serle sincera.
-Yo bien. ¿Peor?-
-Un poco peor.-
-¿Por qué?-
-Porque sí, no sé... Ha sido un subidón de alegría de repente y acto seguido un bajón tremendo. Me acabo de llevar un disgusto...-
-¿Con qué?
Retrocedamos, el Viernes 23, ocurrió algo catastrófico que dio un giro de 360º a la vida de Irene.
Ese Viernes, Irene había quedado con Carolina y al llegar a su casa, Paula, la ex novia de Carolina estaba allí. Las tres eran muy buenas amigas, es más, esas dos chicas eran de las personas más importantes en la vida de Irene, hasta que esta, se dejo llevar y metió la pata hasta el fondo.
Tras acompañar a la estación a Paula, que se disponía a ir a Viana a ver a una extraña amiga suya, con la que compartía una relación... Digamos que bastante buena, Carolina e Irene volvieron a casa de la primera, pasando allí una buena tarde, llena de risas, abrazos, juegos y de más... Hasta que siendo ya la hora de irse, Carolina se lo impidió, empezaron a hablar y tras haberse resistido mucho, Irene la besó. Solo fue un beso en los labios, a penas eso puesto que Carolina, se apartó enseguida, diciéndola que ella quería a Paula por encima de cualquier cosa y llena de vergüenza y remordimientos, Irene se marchó, confiando en que Carolina no diría a Paula nada al respecto. Se equivocó. Al llegar a casa, Paula la empezó a hablar y la dijo que lo sabía, que no entendía como ella, su amiga, podría haberle echo eso, otra vez. Y rompió todo contacto con Irene, eliminando sus fotos juntas y dejándola claro que no quería saber nada de ella.
A partir de aquí, Irene se lo contó a su mejor amiga, Marta y el Sábado 26 de Diciembre, Marta la dijo a Irene, que Carolina la estaba preguntando si ella la había contado algo, preguntándola que responder, aunque si a Carolina le decía que no, que Irene no la había dicho nada, Carolina acabaría contándoselo, así que una contestación u otra iba a dar igual, el resultado sería el mismo. Irene la respondió que dijese que no, que ella no la había contado nada a ver que es lo que Carolina la contaba a Marta a lo que esta respondió que vale, pero que contase lo que la contase Carolina no iba a contárselo a ella, si es lo que Irene estaba esperando. Eso, a Irene la dolió, ya que ella siempre la contaba cosas que no podía contar a Marta, aunque parece ser que esta no lo veía así. 
Y esta es la razón, por la que estaba mal Irene ese Sábado 26, mientras hablaba con Cristina por chat.
Tras contárselo todo a Cristina y tras pesarla la conversación con Marta, Cris respondió:
-Yo lo siento... Pero tiene razón Marta.- 
Y es cierto, tiene razón. No se puede traicionar la confianza de alguien así como así. Aunque ella lo haya hecho varias veces, ahora es cuando se arrepiente y se da cuenta de lo mucho que tiene que cambiar. Siente lástima de si misma.
-Ya.- Se limita a contestar Irene.- Y ya no te paso más conversación.-
-Joder hija vaya movidas...-
-Ya, mi vida es un caos.-
-La mía también.-
-Ojala pudiese teletrasportarme a través del espacio tiempo para poder decirle a mi madre que no tenga otro bebé, porque va a ser un autentico desastre.-
-Irene, no. Tampoco te castigues, somos imperfectos, no puedes hacerlo todo bien.-
-Lo sé, pero últimamente lo hago todo mal, desde ese 7 de Septiembre, lo hago todo mal.-
-¿Sabes por que? Porque ese día empezaste a ser tu misma y a perseguir lo que querias, a intentar vivir como quieres con lo que quieres , con tus verdaderos sueños por delante, así que es normal que tropieces mucho mas que antes, no te preocupes, todos estamos igual.-
-No creo que todos estemos igual, pero si, es por eso, porque ese día me acepte definitivamente y me jode, me jode mucho, porque vale, no quería seguir viviendo en la ignorancia, pero ahora tampoco es que me guste especialmente ser así como soy. Y llevo persiguiendo un mismo sueño desde el puto 23 de Septiembre y lo único que hago es joderme a mi misma. Ojala le hiciese mas caso de vez en cuando a Marta... Siempre tiene razón
¡pero no! ¿Como la iba a hacer caso? Si soy un ciego que se guia por impulsos.
- TODOS NOS GUIAMOS POR IMPULSOS Y EL QUE NO LO HACE NO LOGRARA SUS SUEÑOS.-
-¿Pero que sueño voy a lograr? ¿El de darme otra ostia mas? ¿A causa de lo mismo?-
Y eso era cierto, llevaba persiguiendo el mismo sueño desde el 9 de Enero, pero la chica de la que se enamoró hace casi dos años, no era como ella y la dejo clarisimo que nunca podría ser. Y ahora, cuando por fin encuentra a alguien que es como ella, no la quiere. Eso duele mucho e Irene lo estaba pasando realmente mal.
-No sé, si es lo que quieres.-
-No, no es lo que quiero créeme.-
-Entonces, ¿por que dices eso?-
-Porque es lo único que voy a conseguir persiguiendo un sueño que nunca se va a hacer realidad mas que en mis sueños nocturnos.-
-Con esa mentalidad sí.-
¿Pero como podía decirla aquello? ¿No se daba cuenta de que el sueño que Irene persigue es ella? Estaba completamente ciega, y toda aquella conversación la estaba trastornando.
-No, cuando todos me decían que no siguiese y que parase, yo les decia que no, que tenia que perseguir mis sueños que una tal Cristina me ha enseñado a hacerlo y no iba a hacer caso omiso a una chica que sabe mas que yo.-
-No sé quien sabe mas , pero si se que no hay que rendirse nunca, que cuando pierdes la ilusión te mueres. Nunca...NUNCA DEJES DE LUCHAR.-
- Y no lo hago, no he dejado de luchar. ¿Sabes? Odio hablar de todo esto contigo, porque nunca te digo realmente todo todo todo lo que pienso. Cambio mis frases en el ultimo segundo antes de hablar.-
-Pues no lo hagas.-
- Lo hago continuamente ¿y sabes por que? Porque me da todo esto vergüenza, soy una cobarde.-
-JODER IRENE VENGA, SUÉLTALO TODO DE VERDAD VAMOS.-
-SI YA LO SABES TODO NO SÉ QUE MAS PISTAS TE PUEDO DAR. Un día te lo soltaré todo.-
-¿Qué día?-
-Como tú me dijiste un día, un día que sea para nosotras.-
-Vale. ¿Mañana que haces?-
Esa pregunta descolocó completamente a Irene, una sonrisa se la dibujó en la cara y empezó a sentir unas ganas tremendas de gritar. No quería que se la notara demasiado la emoción, así que trato de mostrar la mayor indiferencia posible.
-Nada ¿Tú?-
-Creo que nada, así que ya sabes.-
-¿Que se? ¡No se nada!-
-¡Joder, pues mañana con Cristina!-
Esa frase le aceleró el corazón a Irene, que se levantó de su asiento, subió la música, que en ese momento sonaba Not The One de Barbara Muñoz con Juan Magan y Luis Lopéz y se puso a bailar por toda su habitación, gritando y siendo muy, muy, muy feliz. Una vez calmada, y con la adrenalina más o menos controlada, decide sentarse y seguir hablando con esa chica, que la tiene completamente loca.
-¡Qué alegría, que alboroto!-
-¡OTRO PERRITO PILOTO!-
En la penumbra de su habitación, Irene suelta una gran carcajada, que hace que su padre vaya a llamarla la atención, diciéndola que no son horas. No hace caso a la regañina de su padre y continua riendose, hasta la 1:42 que durá aquella conversación.
Solo esta segura de una única cosa. Y esa cosa es, que tan solo dentro de unas horas, va a estar con ella, en la misma habitación, en contacto, hablando con ella, cara a cara y eso la motiva. Eso la hace aún más feliz de lo que ya estaba hace tan solo 10 minutos.
La quiere y sabe que aunque quiera, nunca podrá olvidar a aquella chica, que la ha robado completamente el corazón.