viernes, 27 de marzo de 2015

.

¿Por qué estás así? Para ya. No. Sí. Que no. Vale. Pero dime por qué. Que no lo sé. No quiero pensarlo. O sí. No sé. No puedo parar. No puedo. No sé si prefiero estar sola o estar acompañada ahora mismo. No lo sé. Solo quiero salir de aquí. De estas paredes que me agobian. Resulta estresante. 

Lost.

Días de esos en los que lloras. Y solo lloras. Y te dices "para, para ya" pero no puedes parar. Te duele la cabeza, sientes que te va a explotar de un momento a otro y decides dormir, piensas que así se te pasará. Y cuando despiertas parece que ya ha pasado. Pero no. Empiezas a respirar deprisa, sientes como si te hubieran atado algo al pecho que no te deja respirar con normalidad y te cunde el pánico y vuelven a humedecerse tus ojos y las lágrimas brotan de ellos como si de una cascada se tratase. Y tienes frío. O calor. Ya ni lo sabes. Vuelve el dolor de cabeza. De pensar. De llorar. De imaginar. De hablar contigo mismo. Y solo quieres que sea otro día. Aunque sabes que nada cambiará. Y te empiezas a preguntar seriamente cuales son las razones de tu llanto y ni tú lo sabes. Llevas tantas horas llorando que ya se te ha olvidado. Has buscado diferentes motivos a lo largo de las horas para explicarlo. Y ya no sabes cuales de esos motivos son los reales. Y bueno... Empiezan las vacaciones.

domingo, 22 de marzo de 2015

Pereza II.

¿Cómo podemos sentir tanto? ¿Cómo podemos querer tanto que no nos cabe el sentimiento dentro? ¿Cómo podemos ser tan tan felices al lado de alguien? ¿Cómo podemos sonreír tanto cuando miramos a esa persona? ¿Cómo puede alguien hacernos sentir así? 
Adición a una boca, a un olor, a una sonrisa. Da miedo. Pero es precioso. Cuando llega toda esa cascada de emociones nos da miedo, pero luego... Luego disfrutamos. Demasiado. 

Pereza.

¿Conoces esa sensación de escuchar una canción después de muchos años y de repente sentir que esa canción parece que ha sido escrita para ti? ¿Eso de que antes esa canción parecía no tener sentido y ahora que sientes todo eso de lo que habla, te paras y piensas: vaya? ¿Sabes de lo que hablo? Que curioso. Me parece curioso el simple hecho de que por una persona, una canción signifique algo de verdad. Sensaciones que tú mismo estas experimentando cuando estas con esa persona. 

miércoles, 18 de marzo de 2015

Mismamente

Espera. ¿De qué están hablando? Ni idea, en realidad me da igual. Mierda, he olvidado que estaba pensando antes de intentar averiguar de que hablaban. ¿Qué estaba pensando? Joder. No me acuerdo. Ah, sí, en eso. Sí. ¿Y a qué conclusión has llegado? A ninguna. No hay conclusión aparente a la que tenga que llegar. O sí. ¿Estará esperando que haga algo o ni siquiera estará pensando en esto? Debería dejar de intentar seguir el recorrido de sus pensamientos. ¿Por qué no preguntas entonces? No sé, no quiero tener que ir yo en su busca. Estoy cansada. Entonces cierra los ojos. Vale. Así. Bien. Tápate la cara con las manos y cierra los ojos. Disimula. Escóndete para que no te vean. Intenta dormir. Cinco minutos. Antes de que se percaten. Bien. Deja la mente en blanco. Así. Relájate. Saldrá todo bien. 

Miércoles gris.

De esas veces que me mantengo en silencio. Porque si abro la boca para decir algo, temo romper ese silencio en un sollozo ahogado. Entonces finjo. No hablo. Callo. Mejor así. No tengo nada que decir. No sé qué decir. ¿Para qué hablar si no hay nada que decir? 
No quiero montarme paranoias precipitadas. Bueno, lo que no quiero es tener que contarle esas paranoias a alguien porque se que me estoy precipitando al pensar tanto. Pero no puedo evitar ser una impaciente, una dramática. Los días malos duran para mi una eternidad, por eso pierdo la esperanza y la paciencia tan rápido, porque me creo que ha pasado más tiempo del que realmente ha pasado y claro... 

martes, 17 de marzo de 2015

Beautiful.

Llegaste con intención de irte enseguida. Pero no sé cómo ni porqué, te quedaste, contra todo pronóstico y con una fecha de caducidad, te quedaste y pusiste todo patas arriba. 
Y tan rápido y tan pronto me encontré desabrochando tu camisa en mi cama. Quitándote despacio las dudas y los miedos, mordiéndote el labio y susurrando que me salvaras. Y lo hiciste. Me salvaste de mi misma de una manera que aún me abruma. 
De repente estábamos teniendo todo aquello que nos aterraba, que no queríamos y me di cuenta de que era lo que necesitaba. Te necesitaba a ti. Necesitaba tenerte así. Hablo de besos a escondidas, de miradas furtivas, de que nos hayamos emborrachado y acabar en mi portal diciéndonos 'te quiero' un sábado noche. Hablo de colgarme en tus labios, de ropa por el suelo, de caricias y suspiros, de silencios preciosos, de tardes que no queremos que acaben nunca... De discusiones que terminan en un abrazo. Hablo de despertar y tenerte al lado con ganas de un infinito beso que me funda en tu cuerpo. Hablo de lo precioso que es despertar un Domingo y querer que se pare el tiempo. Sí, que se pare el tiempo en un Domingo. Un Domingo que tú haces menos Domingo. Hablo de que me digas que tu por las mañanas nunca hablas y que conmigo no te calles ni aunque te lo diga. 
Hablo de ese escalofrío que me provocas cada vez que te marchas. 
Hablo del regalo que es cada momento contigo. 

viernes, 13 de marzo de 2015

Inútil.

La has cagado. Otra vez. ¿Qué cojones te pasa? ¿No te das cuenta de lo inútil que pareces? Eres una decepción constante, ¿lo sabes no? Sí, ya sé que lo sabes, pero a veces no está de más recordártelo para que en lugar de evitar pensarlo, te pares y lo afrontes. 
Sabías que llegaría este día, no sé de qué te sorprendes. Asúmelo, sabías que no ibas a poder con ello, en realidad, nunca has podido. Solo que has ido pasando por el aro durante todos estos años, medio bien, dejando siempre algo pendiente detrás. No eres capaz de hacerlo y sí, es muy de valorar el hecho de que todavía no hayas tirado la toalla, pero... Piénsalo, igual ha llegado el momento de hacerlo. De abandonar. De rendirte. Porque esto no está hecho para ti. No tienes hueco aquí. Eres un desastre y ya sé que piensas que ojalá poder huir pero no puedes así que... Plantéate plantarle cara a todo esto, se valiente aunque te cueste. Bueno, más bien aunque no sepas, porque se que no sabes serlo, nunca has sabido. Siempre has buscado maneras de evitar todo esto y creo que debes aprender, algo mejorará, ¿no crees? Porque yo sí que lo creo así que hazme caso, soy tú. 
Debemos desintoxicarnos de esa extraña costumbre que tenemos de recurrir a las mentiras una y otra vez. Se esta convirtiendo en una parte más de ti y de mi y debemos intentar empezar a poner un orden a todo este caos. 

domingo, 8 de marzo de 2015

.

Pasaban las horas como si de segundos se tratase. Y que rabia, porque sufro toda la semana que tan lenta pasa por ese día que tan despacio llega y tan rápido se va. Pero que bonito es eso, no? Ser tan feliz. Aunque no hagamos nada mas que estar en la cama, abrazándonos, no me canso. No me aburres. Nunca. Ojalá pudiéramos quedarnos así eternamente. Ojalá no pasase todo tan rápido para poder saborearte bien. 
Un beso lento, un beso rápido, una caricia que me paraliza, una sonrisa entre medias y una mirada que lo dice todo. Cuanta perfección.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Stay.

-Quédate más. 
-¿Cinco minutos más?
-No. Más. Toda la vida. 
-¿Crees que estaré toda la vida? 
-No es que lo crea, es lo que quiero. Tenerte cerca. A cambio te entrego mi boca, mi ilusión, mis susurros por la tarde y mis besos por la noche.

martes, 3 de marzo de 2015

.

Me gustan los viernes a tu lado aunque te quiero todos los días de la semana, los viernes son tan nuestros que es mi día favorito de la semana. Porque estas mas cerca que el resto de días. 
Me gustas en mi portal, 
caminando por la calle, mirando adelante y atrás para asegurarte de que no hay nadie y poder besarme, 
en ese bar cuando te acercas a saludarme, 
en los pasillos cuando me miras desde lejos...
Me gustas siempre, pero en los pequeños detalles mas. 

domingo, 1 de marzo de 2015

No Angel-Birdy

Recuerda las cosas que una vez me dijiste y como dijimos que no nos iban a influir. Aunque a veces desearía que pudiéramos ser extraños, pero totalmente extraños, es decir, que nunca hubiéramos vivido nada. Ni un solo momento porque así no tendría que echarte de menos ahora que no estás.

 Y me dijeron que no eras de fiar, que me harías daño pero es que si me hubiera mantenido alejada del peligro este vacío que siento ahora lo hubiera sentido igual.

No soy ningún ángel, nunca lo fui, pero nunca he querido herirte y decepcionarte...
¿Realmente me querías? Porque deberías saber que podías confiar en mi. A veces cometo errores, pero son errores que pertenecen al pasado. Errores que se suponía que estaban enterrados... Y quiero decirte que lo siento, pero no por mí, si no porque siento que seas así y no seas capaz de perdonar algo que hice cuando me daban igual las consecuencias. 

Ojalá hubiera podido pedirte que me prometieras que no ibas a marcharte.