jueves, 24 de noviembre de 2016

27 de Agosto: la pesadilla

Allí estaba. Corriendo tras de ti. Tu gritabas. Todo pasó muy rápido. Él me apartó a empujones de ti y yo asustada intenté pedir que me dejara pasar para ir junto a ti a que me explicarás el por qué. No sé si era por el alcohol o por lo que le dije a ella esa noche tras esa ridícula discusión días atrás. Continué corriendo detrás de ti y tu solo gritabas que te dejara. Te paraste y te giraste y me gritaste muy cerca de la cara y me empujaste. Unos chicos aparecieron y te agarraron del brazo y te dijeron que no podías tratarme así. Y me gritaste aún más que te iban a pegar por mi culpa. Pero, ¿qué culpa tenía yo de todo eso? Después de meses sigo preguntándomelo. Supongo que nadie tuvo la culpa de lo que pasó después. Llegamos a una calle vacía y los demás nos seguían, intentando que me apartara y te dejara. Pero yo simplemente no podía, quería que me hablaras y me explicarás por qué estabas tan exaltado. Lo siguiente que recuerdo es a mi sentada en un bordillo al lado de la carretera llorando como una magdalena gritando por pura impotencia. Pensando en mis amigas, no sé porqué siempre que lloro de esa manera pienso en la amiga que vive fuera. Como si fuera muy importante y en realidad no lo es tanto. Y tú estabas al otro lado de la calle, más adelante, parado frente a un gran portal y una del grupo intentando calmarte para que puediera hablar contigo. Me llamó para que fuera y yo más calmada fui y tu me decías que no te hablara alto y no recuerdo haberte hablado alto pero allí estabas, gritándome. Y ahí fue cuando empezó. Lo siguiente fueron tus manos sobre mis hombros empujándome con fuerza y yo cayendo al suelo. Me volví a levantar y te grité, empecé a gritar y tu me diste golpes en la cabeza, como diciendo que estaba loca o que era imbécil, no sé y mientras seguías gritando porque se te acababa de caer el móvil y decías que era mi culpa. Volviste a tirarme al suelo y así hasta una tercera vez. Yo lloraba desconsoladamente y nuestra amiga vino a socorrerme. Acto seguido vinieron los demás corriendo y me vieron en el suelo y tu te fuiste, más enfadado que nunca. 
Sentí tanto tanto miedo. No lo puedo olvidar. Simplemente no puedo. Tengo miedo a que vuelvas a ponerte así si te digo algo que no me gusta o algo que me ha molestado. Tengo miedo. Miedo a sentirme así otra vez. Rota. Hecha añicos sobre el suelo. 

viernes, 27 de mayo de 2016

Darkness

Un número en un papel determinará mi futuro. Si valgo o no. Si debo o no. 
Y noto como algo me aplasta el pecho, atormentando hora tras hora, 
mirando sombras, porque se me nubla la mirada y caigo en un pozo de pesimismo del ¿y si...? 
Mientras intento dormir, preparo las armas para decirle adiós a todo por si acaso nada sale bien y entonces noto cómo se me humedecen los ojos y me digo: para, por favor, para. Pero no para. Lo intento pero no lo consigo y camino sin rumbo hacia un futuro con incógnita, flotando sobre los posibles. 

martes, 17 de mayo de 2016

Stone cold

Me ves de pie pero 
estoy muriendo en el suelo. 
Tal vez si no lloro,
 Dejaré de sentir lo demás. 

Soy una piedra fría, amor... 
Todos saben que traté de sentirme feliz por ti pero
sabes que no lo soy, 
porque te echo de menos en cada momento 
aunque no lo entiendo
después de todo,
quien se quiso marchar fuiste tú,
arañando profundamente mi corazón,
llevándote todo el aire del mundo,
el cual ahora no puedo encontrar si no vuelves.
Me ahogo. Sí, me ahogo... 
Todo está lleno de agua y ya me llega por el cuello.
Hago un esfuerzo sobrehumano por seguir con la cabeza fuera de él, pero a cada movimiento que hago,
me hundo un poco más.
Ya casi mis dedos de los pies no tocan el fondo... 
Aferrarme al dolor, sentir dolor es lo único que puedo soportar. Ni una risa más, ni una sonrisa más, 
vacía...

Y tú mientras bailas con ella, 
yo miro el teléfono, esperando una señal.


Yo era tu pájaro con quien volabas y ahora  ella es algo que ni siquiera sabré. 

viernes, 6 de mayo de 2016

Shadow

Desperté con la música de tu corazón.
Diciendo: Sigo aquí... No te vayas.

¿Podría haberse hecho realidad el deseo que pedí a las 23:23 de que durará? 
Y mientras yo seguía diciendo:
quédate... Oh... Quédate.


Sólo tú me asustas y
me calmas.
Porque sólo tú me haces navegar
por mates revueltos, como 
tu corazón, amor.

Así que a dónde quiera que vaya, tú  serás mi sombra.
Y pediré tiempo muerto cuando el vacío será inimaginablemente grande,
porque sin ti, no podré seguir,
me perderé en la tormenta de tus ojos.

Por debajo de tu ropa recuerdo 
acariciar tu piel, 
diciendo: solo una noche más
Escondiendo mis miedos bajo las sábanas.
Diciendo: Un día más...

lunes, 28 de marzo de 2016

Sin tenerte. Perdiéndote.

'No te vayas' es lo único que se me ocurre cuando veo que todo se oscurece. Es el perfecto recurso para mí, para los débiles y la metáfora de 'sé que todo se ha ido a la mierda'. Pero no te vayas, en serio.
Son las 14:48, una vida menos cuando estoy contigo. 
Escucho demasiada música y sólo oigo gritos en tu mirada. Platos rotos  esparcidos por el suelo, donde temo terminar. 

jueves, 24 de marzo de 2016

Meet me halfway

No puedo ir más lejos de aquí, que es donde tú estás.
Que si me alejo tengo que caminar marcha atrás para poder seguir viéndote. 
Te deseo tanto... Que ese es mi mayor deseo.

Pasé mi tiempo solo pensando
 en ti
cada día, sí, extrañándote
y todas esas cosas que
solíamos hacer
Eh! Escucha, ¿qué paso?, solíamos ser solo tu y yo y el resto daba igual. 

Encuéntrame a la mitad del camino, justo donde solíamos vernos cuando iba a buscarte,
que es donde voy a esperarte
 y estaré pendiente noche y día
Y estoy llevando mi corazón hasta el límite, y aquí es donde me quedo
porque no puedo ir más lejos de aquí.

Joder, viajo alrededor del mundo
e incluso navego los siete mares
a través del universo, iré a otras galaxias
solo dime donde quieres,
dónde deseas reunirte.
Yo me convenceré a mi mismo, me iré hasta donde quieras
porque escucha, te quiero ahora, ahora y siempre. 
Siempre de la misma manera.

Crucemos el puente que nos separa, hacia el otro lado, hacia el mismo lado,
sólo tú y yo.
Y volaré por ti, para ti.
Voy a intentar, hasta que me muera, que veas lo que te deseo

lunes, 14 de marzo de 2016

Wild horse

Soy una soñadora,
pero es difícil conciliar el sueño cuando sé 
que cuando despierte no podré hablarte y saber de ti.
He estado inquieta
porque desapareciste y 
eso me está superando cada día más.
La tierra está blanda y a cada paso que doy mis pies se hundes un poco más en la desesperación.
Hay esperanza aún? 
No sé cómo puedo. ¡Es de locos! 
Porque pensaba que nos conocíamos y ahora solo somos dos extraños. Tú odiándome y yo añorando cada detalle tuyo. 

Hay una ventana, por la que entra luz, pero yo no la alcanzo, 
permanezco en la oscuridad. 
Sin ti.
Esto no puede ser amor porque duele demasiado,
tengo que dejarte ir.

Voy a sobrevivir y ser la más fuerte.
No voy a pedirte que vuelvas.
Voy a seguir adelante y tú deberías saber que lo digo en serio. 

Recuerdo
cómo hablábamos tan cerca, me paraba en tu boca y el tiempo parecía no seguir corriendo.
Y las llamadas telefónicas que tan poco me gustaban pero que
duraban toda la noche, y ahí estaban los botes salvavidas que necesitaba cuando no estabas.
Mis cicatrices tienen que desvanecerse y acabar de estrellas fugaces.

No es renunciar, es dejar ir
y trasladarse a un lugar mejor.

viernes, 5 de febrero de 2016

Pillow talk

Hoy he vuelto a todos aquellos lugares donde 
los árboles, los bancos, las farolas, el cielo y todo lo demás,
fueron testigos de nuestros encuentros. 
Y ahora, soy testigo de toda esa mentira, mi amor.

Pensé que te perderías y arderías con el fuego del atardecer que tanto he reclamado a base de besos que te robé esos últimos meses en los que te tuve. 
Pero en el césped ya no crece nada y mis zapatos se han llenado de barro. 

Ha llovido demasiado, demasiado 
y la tierra mojada ha sepultado todos 
los recuerdos que hablaban de nosotras.

El suelo, las baldosas, que pisamos 
se han roto y ya no noto los temblores que producía tu sonrisa cuando me miraba a escondidas y hacía que mi corazón estallara en un terremoto. 

Y nuestros sueños más salvajes seguían llenos de fuego 
y los he vuelto a escribir. 
Entonces me precipité por la barandilla del puente que tantas veces cruzamos juntas e hice un ranking de todos los besos que nos dimos escondidas. Espero que recuerdes el primero... Al menos ese beso, catastrófico y a la vez inolvidable. 

Por último he vuelto a aquella conversación donde te despediste para siempre aunque sigo con la esperanza de volver a hablarte, para ver cómo estás. Sigo preocupándome por ti. 

Y nadie ha vuelto a mi portal a abrazarme y a besarme. La puerta permanece cerrada y eres la única que tiene la llave. Ojalá algún día vuelvas a abrirla. Estaré esperando.

Me gustaría que llegara el día en el que poder decir que ya no te guardo rencor y que tú a mí tampoco. El día en el que has decidido perdonarme como yo te perdoné a ti. 
Y llegará ese día en el que deje de despertarme con el sueño de esa noche aún fresco en mi memoria, un sueño que hablaba de ti y de mí. 
Que llegue ya el día en el que como la puerta de mi portal, mis heridas permanezcan cerradas. 

lunes, 4 de enero de 2016

Alone

Me levanto, me ducho, me siento, las hojas esparcidas por la mesa me dicen si merece la pena. Voy a clase, sola, vuelvo, sola. Y me voy a dormir, sola. Contigo, en mi cabeza. Y me acurruco en una esquina llena de recuerdos y de sonrisas. Y ahora no. Ahora solo, sola. 
Y salgo, bebo, me emborracho, vuelvo a casa, sola y a la mañana siguiente no recuerdo nada. Mejor. 
Entonces, reapareces llenándolo todo de estimulante y hablando, me haces sentir como antes. Pero no estás, te vas. Mejor. Mejor. Sola. Y creo que voy a empezar a romperme, sola, y creo que no quiero recomponerme. 
20% de batería. 20% de felicidad. 20% de motivos por los que quedarme. Y 80% de ganas de hacerlo. 

Pills

A veces me permito seguir escribiéndote, estas 
Líneas. 

Lo hago porque me gusta imaginar cómo sería si no estuviera. Si me marchara de verdad. Y te imagino ahí plantada frente a un montón de gente que ni siquiera te cae bien, esperando que me despierte y explique lo sucedido. O no. 
También me imagino que no te molestas en ir, que te doy igual, que en realidad nunca te he importado. Y se me cae una lágrima mientras observo ese montón de pastillas puestas en fila una detrás de otra encima de la mesa, mirándome. Y yo las miro, sí, y me lo planteo. Entonces, me vienen un montón de motivos para hacerlo. Estudios, fracasos. Y me doy cuenta de que realmente estoy aquí pudiendo simplemente no estarlo. Estar ahí en cualquier otra parte. Y empezar de nuevo. 

Pero no lo hago, no lo hago. Pero lo haré, lo haré.