martes, 29 de septiembre de 2015

Los sueños y yo

Cierro los ojos y empiezo a imaginar. Las cosas van tomando forma en mi cabeza y una historia empieza a tener un principio con un posible final. Y es cuando de repente lo siento... Esa sensación. Siento un cosquilleo por todo el cuerpo, lo mismo que se siente cuando se te duerme una pierna pero por todo el cuerpo y es como si mientras sueño no me puedo despertar. Y el sueño es una realidad alternativa a lo que estoy viviendo. Sueño que estoy en la cama, como en la realidad, pero pasan diferentes cosas. En una de esas realidades, mi padre está en la cocina, hablando con mi madre. En otra me arrastro por el suelo ya que no me puedo mover y observó como una gran explosión rompe los cristales del salón. En otra mi hermana me zarandea y me dice que me despierte. En otra apareces tú hablándome de esto o de aquello. Y en otra un montón de manos me saludan desde el techo mientras oigo voces en mi cabeza. Y no puedo despertar. Me cuesta hacerlo. Es como si algo me retuviera y me cunde el pánico por el miedo a no poder despertar jamás. Es extraño, lo sé, pero me pasa todos los días y es muy estresante. Es casi imposible contar a la perfección un sueño y expresar cómo me siento cuando me pasa esto es aún más difícil, pero creo que algo he conseguido.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Un viaje en coche

Vaya, otro semáforo en rojo, está claro que hoy no es mi día. ¿He apagado la luz antes de salir de casa? Bah, seguro que sí. En fin... Ha sido una tontería discutir esta mañana con ella. Otra vez. Parece que es lo único que hacemos últimamente. Ya no sé qué hacer, ni qué decir, porque para variar soy yo quien habla siempre. Joder. Quiero llegar ya y salir de aquí. Pensar me esta matando. Necesito charlar con alguien, de lo que sea, del tiempo por ejemplo, que por cierto, hoy hace buenísimo. Nunca entenderé el tiempo de esta ciudad. Es confuso. Como yo. Todo es una  confusión continua. Que locura. 
Y otra vez, se cuela tu recuerdo en mis pensamientos. ¿Quieres dejarme conducir en paz? Maldita sea. Sal de aquí. No te tengo que querer. Suficiente daño estas causando ya. Que te den, hostia. 
Otro semáforo en rojo. OTRO. Ya es el quinto. El destino debe estar quedándose conmigo porque si no, no me lo explico. Parece que quiera que no llegue nunca a casa de él para ver esa estupida película que ni me apetece ver. Porque lo único que me apetece es arreglarlo con ella. Que mierda. 
Giro la calle a la izquierda y ya estaré, por fin. 

jueves, 17 de septiembre de 2015

Soy quien soy porque así soy yo

Por primera vez, voy a escribir sobre mí. Y no sobre ti y lo que me haces sentir y como me haces rabiar y como me rompes y vuelves a recomponer. No. Ahora voy a escribir sobre mí. Y sobre como soy. Simple y llanamente  Elisa.
Soy muy de salir, pero también muy de estar en casa con la tele encendida para que me haga compañía y no tener que escuchar el sonido del silencio aterrador de mi casa cuando está vacía. 
Soy creativa o bueno, eso creo. 
Sé cocinar un poco y ojalá algún día consiga cocinar igual que cocina mi madre. Porque no hay nadie para mi que cocine mejor que ella. 
No soy fea del todo. Soy mona cuando me arreglo y agradable a la vista cuando no. 
Mis dedos de las manos son horribles pero aún así me gustan, me dan personalidad. La personalidad de una persona nerviosa y que se muerde las uñas y la piel. 
Me encanta hacer regalos. 
Y no me importa no recibir nada a cambio. Aunque bueno, recibir esa emoción en la cara de la gente al abrir el paquete ya es algo a cambio.
Sé escuchar y hablar de mí y mis dramas tampoco supone un problema. 
Puede que diga mucho 'te quiero' pero a quien se lo digo poco es a quien quiero de verdad. Y con el corazón.
Podría irme andando a cualquier parte a buscar a un amigo si ese amigo esta mal de verdad y me necesita. 
Soporto cualquier tipo de música por alguien a quien quiero.
Adoro a Love Of Lesbian y a Ke$ha y no me importa que alguien no comparta esos gustos.
Muy a mi pesar, me afecta lo que la gente diga y piense sobre mi.
Doy consejos que luego no aplico a mí misma.
Soy mas de series que de películas.
Muy de conciertos y de quedarme afónica berreando las canciones.
Sintiéndolo mucho, también soy muy de ti. Y me prometí no hablar de ti en esta entrada, pero formas parte de mí. Porque te quiero.
Lloro con frecuencia y río casi con la misma frecuencia que lloro.
Soy una dramática y suspendo porque soy muy vaga
Y soy Elisa y a veces me gusta serlo.

martes, 15 de septiembre de 2015

Bah

Joder, qué pena. Y qué idiota. Que diminuta me hago siempre que me das la hostia con tu "no te hagas ilusiones" o con tu "no me voy a quedar". Y me entran unas ganas enormes de reventarte la boca a besos pero que puta mierda la distancia que me ha roto y te ha alejado. 

De todas partes no

-La pedí que no se marchara, que no me dejara rota y sin aguja e hilo para coserme y reconstruirme. Que se quedara.
-¿Y que te dijo?
-Nada porque se fue, se giró y caminó por la calle dándome la espalda. Se fue de la ciudad allí donde yo no podía ir a buscarla.
-Debió de ser duro. 
-Durante un tiempo. Si miro otros ojos aún me ahogo en el recuerdo de los suyos. 
-¿Y cómo estás ahora? ¿La echas de menos aún? 
-Aún sí. Todas las noches sobretodo. 
-¿Y qué piensas? 
-Pues pienso que me siento como un estúpido crío al que le han dicho que no a esa bolsa de gominolas del kiosko de la esquina.
 Y engullo las pipas y tiro las cáscaras a la bolsa vacía, dejando que algunas caigan por mi sofá y el suelo. Y aprieto la puñetera bolsa, ahora llena de recuerdos vacíos como si eso consiguiera que la nostalgia se comprimiera. Que tontería, porque a las horas se me pasa, aunque siempre queda esa sensación de que no se ha ido de todas partes. Y siento una presión aquí, en el pecho, ya sabes... Porque de ahí nunca se ha ido. Sigue aquí. Sigue aquí...

lunes, 14 de septiembre de 2015

Bebiendo en ti o por ti

Cuando el pánico me habló de ti y de tus miedos, recuerdo que dejó caer que solías arreglarlo todo con una mirada y con tus manos. 
No entendí del todo aquello pero me dejé caer en el sofá y abrí una botella de Vodka negro. A palo seco. Y apuré tres largos tragos. Y apuré la nostalgia y me empezó a entrar el sueño.
Me quedé pillada mirando desde el sofá a la ventana con la música de fondo y la tristeza olvidada. O no tan olvidada. Y pensé en ti por más de cinco motivos. Entonces los enumeré. Levanté el pulgar y simulé que todo estaba bien. Pero entonces lo anulé todo y te intenté aparcar dentro de mi cabeza. Aunque seguíamos paseando dentro de ella agarradas de un dedo como idiotas. 
Y vino la melancolía a hablarme de ti y el miedo a estar sola tampoco paró de hacerlo. Y recuerdo como me contabas mil historias y yo me limitaba a mirarte con esa cara de imbécil dejándote ver como me habías encantado con tu magia. 
Y sólo entre el recuerdo de tus carcajadas, Septiembre acababa y tú te olvidabas de reír y yo no paraba de llorar. 
Y el miedo seguía hablando de ti y el tiempo me seguía hablando de lo nuestro. Y yo seguía pasando las hojas de los días que pasaban sin poder hablarte mientras me cortaba los dedos y dejaba que mis lagrimas mojasen las heridas.
Y cayeron nuestras tardes al suelo y nuestros últimos minutos antes de que te fueras, se rompieron.  
No supe adaptarme a ese miedo tuyo , ni a tus dudas. 
Y me eché a dormir aunque cuando desperté la nostalgia siguió hablándome de ti. Y entre más alcohol y mas sangre y mas lagrimas, me recordé que si hay algo mas duro que tenerte cerca es que tenerte cerca y sentirte lejos es mil veces peor.

Lloviendo y sangrando

El cielo llora y a mi me da por pensar ¿por qué? Que le habrán hecho al cielo para que tenga que llorar, a veces, con tanta fuerza.
Y se forman charcos y el agua lo llena todo de barro. De besos guarros. 
¿Y si al final esto no son lágrimas? Y si es sangre que emana de mi herida que tú siendo cuchillo, me has cortado, profunda y dolorosamente.
Y yo me callo como las gotas cuando caen al suelo. Me caigo ahí y me pisan como a él.
Y qué motivos tendré para llorar, ¿no crees? 
Pero es que, no creo. Solo me destruyo y me reconstruyo. Gota a gota. Pisada a pisada. Charco a charco. Beso a beso. Abrazo a abrazo.

Uncover a lover you cannot replace

"-Tengo que pedirte algo. 
-Claro, dime. 
-No te acostumbres a mí. 
-¿Cómo dices? 
-Pues eso. Que no te acostumbres a mi. Ni a mi olor, ni a mis no abrazos, ni a mis besos, ni a mi risa. Ni a mi forma de mirarte. Ni a mis celos. Ni a mis dudas. Ni a mi forma de hacerte el amor. Ni a mis caricias. No te acostumbres a mi mal carácter, ni a mis sonrisas. Y no te acostumbres a reírte de las cosas que te digo. Y tampoco te acostumbres a que te haga feliz. 
-Vale, pero ¿esto a que viene? 
-No sé. 
-Ya estamos con el 'no sé' 
-Ya, lo siento. Viene simplemente a que algún día me iré, me entrará el pánico y me iré y tu me echarás de menos a mi a todas esas cosas y más. Y no quiero que eso pase. 
-Puede que ya esté pasando porque yo ya me he acostumbrado a todo eso."

domingo, 6 de septiembre de 2015

No 1. Party Anthem


Y estás al acecho preguntándote si ella se ha ido ya o no
Con una ancha cazadora vaquera puesta en esa noche invernal de verano. 
Sin saber nunca cuando parar de hacer daño. 
Gafas de sol dentro de la discoteca y un vaso de cerveza congelándote los dedos y en el suelo, luces y en la pared, sudor.

Cancelando la búsqueda para encontrarte
O poniendola en suspensión mas bien mientras
ella está fumando un cigarrillo de estrangis dentro.
Mis ojos te invitan a acercarte
y parece tan duro como esa primera sonrisa que consigue hacerme un nudo en la garganta. 
Y me mantienes en marcha.

Ella es claramente alguien que te deja asombrado sabiendo perfectamente que no pasará nada. 
Monólogos de borrachera, confusos porque no es como que me este enamorando porque yo sólo quiero que no me hagas ningún mal.
Y tu, parece como que no podrías hacerlo. Pero lo harás.