miércoles, 29 de julio de 2015

Summertime Sadness

Cuando llegó el verano y con el ese miedo de "y si ahora...", yo me paralicé y temí Septiembre como nunca antes que la rutina separase nuestros caminos de una manera inevitable y brutal. 
En Septiembre es tarde para todo, es tarde para pensar en que podría haberla besado más, que podría haberla visto más, que podría haberla dado yo, más. Y vuelvo a encerrarme en mi misma que es el mejor escondite en esos momentos. 
Y empiezan los meses de canción tras canción y día tras día mientras me pregunto un repetitivo "y qué hubiera pasado si..."

domingo, 26 de julio de 2015

Microcuento

'-No olvidas.
-No olvido.
Y nunca pudo olvidar.'

.

Tus idas y venidas pasan mas factura que mis meteduras de pata.
Mientras tus dudas te invaden la cabeza, yo cada vez lo tengo todo mas claro. 

jueves, 23 de julio de 2015

Nine

-¿Qué estás haciendo con alguien como yo que se pierde en una casa de cuatro únicas paredes? 
-¿Y qué estás haciendo tú con alguien como yo que quiere a alguien como tú? 
-Si hubiese sabido que te habías acomodado dentro de mi para no irte, me hubiese preparado para acompañarte en tu estancia. 
-Y yo si hubiese sabido que me iba a quedar dentro de ti, me hubiese obligado a irme para no molestar. 
-¿Cómo? Mira... He visto como te conviertes en un ser implacable cuando la responsabilidad llama a tu puerta, partirte la cara con todas esas historias del pasado, gobernar lo que es tuyo y ¿Sabes lo que pasa? 
-Oh, venga... Cállate, ¿sabes lo que te pasa? Te pasa que si oyes lo que siento por ti en alto, te asustas, porque no creas que sea real. Te pasa que te asusto. Vamos, que te paso yo. Y te llevo pasando meses y espero que años. Aunque intentes sacarme de quicio, ponerme celosa o jugar a ser la más rebelde de este lugar lleno de gente que parece mirarnos. Pero es que no lo eres... Y cuando sales a la calle a beber hasta casi desmayarte, cuando pones esa canción y te rompes entera. O cuando te despiertas por la mañana y te acurrucas como un bebé a mi lado porque tienes frío aunque haga 28 grados fuera de la cama, pero si te tapo con la sábana te alejas... Y cuando pasa todo eso, ya no hay forma de que cierre la boca. 
Pero tú, tú mientras tanto pones encima de la mesa tus cartas llenas de todo el cinismo que te cabe dentro y escupes teorías sobre la dependencia que no te crees ni tú. 
Por eso me voy, porque ya no sé si eres esa persona que conseguía hacerme reír con una mueca o la gata asustada que no puede reconocer que me necesita y que quiere que me quede.
-No quiero que te quedes.
-Entiendo...
-Vale, no, escúchame ... No quiero que te quedes porque quiero que te vayas para poder echarte de menos, tanto que luego no sienta las piernas del miedo que me da perderte de verdad...
-Sabes que nunca he entendido bien tu forma de ser pero no cambiaría ni un solo trocito de esa manera que tienes de retorcer las emociones y la vida. 

martes, 14 de julio de 2015

Pisando tus dosis

En un parpadeo todo pareció desaparecer como aquel último  suspiro que de tu boca salía, pidiendo una tregua en mi cama.

No hacía falta que me dijeras que querías, tu boca entreabierta hablaba por si sola aunque no salieran palabras de ella. 

Te impedí irte tan rápido como querías porque necesitaba aquel segundo antes de que la voz mecánica que salía por los altavoces te llamara a subir a aquel tren que pronto te alejaría un poco más de mí y de mis ganas de recorrer tu cuerpo una y otra vez.

Sentí una punzada antes de dormir a causa de ese extraña añoranza por abrirte la puerta a un sueño que solo nos pertenece a nosotras. 

Y necesité tu calor a pesar de los treinta y cinco grados que hacia en aquella ciudad que apestaba a rutina. 

lunes, 13 de julio de 2015

Vacío y saltemos a el

Solo quería escribirte cosas que ya sabes; como que te echo de menos y no han pasado ni quince minutos desde que te has montado en el autobús que te aleja un poco de mi. Una distancia que creo que va a poder con mis ganas de verte constantes e incansables. 
Te has ido ya y ya quiero que vuelvas a mi cama a que me pidas que te abrace y respire en tu oreja. 
Quiero volver a vivir como si fuéramos mayores y estuviéramos independizadas viviendo juntas. Ojalá pase algún día y las distancias que un autobús pone entre nosotras no rompan todos esos cuentos de hadas que se cuelan por mi ventana hasta mi mente. 
Que si me imagino una vez mas mis dedos recorriendo tus lunares creo que voy a notar como mi corazón me pide que pare... Así que basta. Basta de echarte de menos, que ya van 20 minutos desde que te has ido y esto es una tortura cada vez mayor. No quiero pensar en los próximos días que vienen porque necesito llevarlo bien.