jueves, 22 de marzo de 2012

Fight.

Llevaba algún tiempo perdida, desconectada del mundo. Pero he vuelto. Mejor que nunca.
Las últimas situaciones en las que me he encontrado me han echo madurar en cierto sentido, centrarme y ver el lado más positivo de las cosas. He cambiado. Mucho. Más de lo que yo misma me esperaba.
Me he convertido en una chica reservada y discreta. En una persona que desconfía incluso de su propia sombra. Tal vez haya dos o tres personas en las que apoyarme verdaderamente cuando las cosas me van mal. Pero solo eso. Nada más.
Los golpes llegan cuando menos te lo esperas y aunque a mi me han pillado desprevenida alguno que otro, he sabido afrontarlo sin derramar a penas 50 lágrimas.
Tengo que luchar por lo que realmente quiero, pero cuando te ponen los frenos, te das cuenta de que tienes que desistir. Tienes que dejar que pase el chaparrón, que ya saldrá el sol de nuevo. Cuando menos te lo esperes, el río volverá a su cauce y los pajarillos saldrán a cantar tu canción favorita. Es tan solo cuestión de paciencia.
Mientras tanto, relájate, tomatelo con calma, siéntate en tu sofá y pon a todo volumen la canción que más te motive en esos motivos y no vayas demasiado deprisa, porque ni tú ni yo queremos otro golpe más.

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