-Hola!-El circulito rojo con un uno en su interior que me
indica que alguien me habla, aparece sobre su nombre. Como cada día.
-Hola!-Respondo lo más rápido que puedo.
-¿Qué tal estás?-
-Bien.-
Silencio, ninguna respuesta por parte de ninguna. Hasta que
sin saber cómo, se da cuenta.
-¿Segura?-
<<Increíble>> Pienso.
-Claro, no te preocupes.
-¿Me tomas por idiota?-
En ese momento me di cuenta, de lo mucho que la importo y de
lo bien que me conoce, ya que sin contacto, con un par de palabras que intercambiemos
por chat ya sabe de verdad como estoy. Las lágrimas comenzaron a humedecer mis
ojos, una vez más en ese día.
-Claro que no. Pero estoy bien. –
-No te creo.-
Ella, tan increíble. Tan insensible y tan imperfectamente
perfecta, consigue hacerme llorar todos y cada uno de los días. La echo de
menos. Y la echaré aún más de menos el próximo año. Quiero verla y que venga y
haga que se me olvide todo. Todo. Solo ella sabe cómo hacerlo y la necesito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario