martes, 26 de agosto de 2014

Lie.

Prometer a veces es la peor solución. El típico 'prometo no decírselo a nadie' se acaba convirtiendo en una larga lista de personas a las que mentir. Y casi es mejor romper tu promesa y decepcionar a una persona que ganarte la desconfianza de veinte personas. Prometer parece un gesto noble y sincero, pero al fin y al cabo lo único que ganas es que te pongan contra la espalda y la pared.
Una promesa es una mentira.

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