jueves, 23 de julio de 2015

Nine

-¿Qué estás haciendo con alguien como yo que se pierde en una casa de cuatro únicas paredes? 
-¿Y qué estás haciendo tú con alguien como yo que quiere a alguien como tú? 
-Si hubiese sabido que te habías acomodado dentro de mi para no irte, me hubiese preparado para acompañarte en tu estancia. 
-Y yo si hubiese sabido que me iba a quedar dentro de ti, me hubiese obligado a irme para no molestar. 
-¿Cómo? Mira... He visto como te conviertes en un ser implacable cuando la responsabilidad llama a tu puerta, partirte la cara con todas esas historias del pasado, gobernar lo que es tuyo y ¿Sabes lo que pasa? 
-Oh, venga... Cállate, ¿sabes lo que te pasa? Te pasa que si oyes lo que siento por ti en alto, te asustas, porque no creas que sea real. Te pasa que te asusto. Vamos, que te paso yo. Y te llevo pasando meses y espero que años. Aunque intentes sacarme de quicio, ponerme celosa o jugar a ser la más rebelde de este lugar lleno de gente que parece mirarnos. Pero es que no lo eres... Y cuando sales a la calle a beber hasta casi desmayarte, cuando pones esa canción y te rompes entera. O cuando te despiertas por la mañana y te acurrucas como un bebé a mi lado porque tienes frío aunque haga 28 grados fuera de la cama, pero si te tapo con la sábana te alejas... Y cuando pasa todo eso, ya no hay forma de que cierre la boca. 
Pero tú, tú mientras tanto pones encima de la mesa tus cartas llenas de todo el cinismo que te cabe dentro y escupes teorías sobre la dependencia que no te crees ni tú. 
Por eso me voy, porque ya no sé si eres esa persona que conseguía hacerme reír con una mueca o la gata asustada que no puede reconocer que me necesita y que quiere que me quede.
-No quiero que te quedes.
-Entiendo...
-Vale, no, escúchame ... No quiero que te quedes porque quiero que te vayas para poder echarte de menos, tanto que luego no sienta las piernas del miedo que me da perderte de verdad...
-Sabes que nunca he entendido bien tu forma de ser pero no cambiaría ni un solo trocito de esa manera que tienes de retorcer las emociones y la vida. 

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