<<Gracias…>> La chica pensó aquello mientras él
la abrazaba y la acariciaba la cabeza con dulzura. Ella se apoyo en su pecho y
lloró en silencio. Quién sabe si por felicidad o por tristeza, nadie lo sabe,
yo no lo sé, pero sé que ella le quería. Eran amigos, solo eso, pero después de
todo lo que había pasado, muchos creían que aquello no podía ser solo amistad.
Él no era ese tipo de chicos románticos, que dejaban que los demás viesen sus
verdaderos sentimientos, no, era de esos que se lo guardan todo dentro, que
gastan bromas y se hacen los graciosos para que el resto le tome por
simplemente el simpático del grupo, pero en realidad, era así con quien le
importaba más bien poco, pero con ella no, con ella era la persona más cariñosa
y amable del mundo y ella se sentía afortunada por poder disfrutar de él de
aquella forma.
Las cosas habían cambiado, pero se seguían queriendo como el
primer día. Los años habían pasado, sus amigos de instituto habían tomado
caminos muy separados y lejanos, y aunque ellos dos estudiasen cosas
diferentes, seguían hablando a todas horas y se seguían viendo, como si el
tiempo para ellos no hubiese pasado. Muchas veces piensan en sus amigos y en su
pasado y la tristeza los invade, pero por lo menos se siguen teniendo el uno al
otro.
-¿Qué crees que habrá sido de ella?- La chica se separó de
él y lo miró a los ojos, algo apenada.
-No lo sé. Quizá ella tampoco se haya olvidado de nosotros…-
Él la acarició la mejilla y recorrió los hoyuelos que se formaban en sus
mejillas cuando ella sonreía.
-Tal vez tengas razón. ¿Crees que pensará en nosotros?-
Él la dio un leve beso en la mejilla y se puso a caminar
delante de ella. Ella le siguió y aún con su vieja amiga en mente, dejó escapar
una sonrisa al viento.
Lo cierto es, que la chica de la que hablaron aquel 25 de
Octubre, pensaba en ellos cada día, y lo que ellos no sabían era lo cerca que
ella estaba de ellos. Escribiendo la historia de su vida, la vida de sus vidas,
el final de sus finales.
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