Seguíamos viéndonos, pero cada vez con menos frecuencia y eso poco a poco fue haciendo una herida demasiado grande en mi. Pasó un tiempo y no sabía como mirarte, como hablar contigo, me parecía todo demasiado extraño y no entendía el porqué de aquel final.
No eramos nada el uno para el otro, pero a la vez eramos mucho y eso era algo que me atormentaba porque tu querías seguir viéndome pero yo no, porque nos destrozaba.
Pero tu no te querías dar por vencido y luchaste. Hasta que decidiste dejarnos ir y yo, te dejé ir. De una forma u otra aquello ya había terminado hacía demasiado".
No hay comentarios:
Publicar un comentario