Cojamos un autobús, uno de esos en los que no va casi nadie y cuando lleguemos a la última parada, bajemos y cojamos otro y pasemos así el día, yendo y viniendo a sitios en los que nunca hemos estado, que estoy segura de que está ciudad, nos va a sorprender.
Subamos, escuchemos música, inventemos historias de la gente que suba y baje. Riamos bien fuerte, que el conductor nos miré mal por el espejo y vivamos.
La carretera nos acaricia y tú me sonríes.
¿Lista? Yo sí. Solo faltas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario