A veces esperamos demasiadas cosas de las personas que nos rodean de las cuales ni la mitad se hacen realidad, lo que nos lleva a una decepción tras una decepción, a demasiadas oportunidades innecesarias.
Y nos preguntamos si hacemos bien, entregandonos tan a fondo con esas personas para nada.
Pero tampoco hay que hacer las cosas para recibir algo a cambio. No. Pero lo que es cierto es, que no solo puedes tirar tú solo del carro y si solo tú pones de tu parte, tarde o temprano te cansarás, te enfadarás y te irás. Y al final del todo, serás tú quien se sienta mal y acabarás volviendo porque creerás que tu habías tenido la culpa.
Somos débiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario