Por si fuera poco, me clavaste tu mirada de 'no tengo corazón' y a mi se me hizo un nudo en la garganta al darme cuenta de que me habías robado tu propio corazón de mi cartera y lo habías enterrado Dios sabe donde, lejos de mi alcance. ¿Por qué harías algo así? ¿Qué te daba tanto miedo? ¿Qué podría hacerte yo si yo solo deseo que te quedes a mi lado, que sin ti no puedo, que cuestan más los días si no estas?
Y derrame alguna lágrima mientras esperaba ese reencuentro que tan de rogar se estaba haciendo, como un verano que parece no llega. Como una tormenta que parece que no acaba. Como tu risa que parece que no se contagia, pero sí. Sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario