martes, 17 de marzo de 2015

Beautiful.

Llegaste con intención de irte enseguida. Pero no sé cómo ni porqué, te quedaste, contra todo pronóstico y con una fecha de caducidad, te quedaste y pusiste todo patas arriba. 
Y tan rápido y tan pronto me encontré desabrochando tu camisa en mi cama. Quitándote despacio las dudas y los miedos, mordiéndote el labio y susurrando que me salvaras. Y lo hiciste. Me salvaste de mi misma de una manera que aún me abruma. 
De repente estábamos teniendo todo aquello que nos aterraba, que no queríamos y me di cuenta de que era lo que necesitaba. Te necesitaba a ti. Necesitaba tenerte así. Hablo de besos a escondidas, de miradas furtivas, de que nos hayamos emborrachado y acabar en mi portal diciéndonos 'te quiero' un sábado noche. Hablo de colgarme en tus labios, de ropa por el suelo, de caricias y suspiros, de silencios preciosos, de tardes que no queremos que acaben nunca... De discusiones que terminan en un abrazo. Hablo de despertar y tenerte al lado con ganas de un infinito beso que me funda en tu cuerpo. Hablo de lo precioso que es despertar un Domingo y querer que se pare el tiempo. Sí, que se pare el tiempo en un Domingo. Un Domingo que tú haces menos Domingo. Hablo de que me digas que tu por las mañanas nunca hablas y que conmigo no te calles ni aunque te lo diga. 
Hablo de ese escalofrío que me provocas cada vez que te marchas. 
Hablo del regalo que es cada momento contigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario