domingo, 20 de septiembre de 2015

Un viaje en coche

Vaya, otro semáforo en rojo, está claro que hoy no es mi día. ¿He apagado la luz antes de salir de casa? Bah, seguro que sí. En fin... Ha sido una tontería discutir esta mañana con ella. Otra vez. Parece que es lo único que hacemos últimamente. Ya no sé qué hacer, ni qué decir, porque para variar soy yo quien habla siempre. Joder. Quiero llegar ya y salir de aquí. Pensar me esta matando. Necesito charlar con alguien, de lo que sea, del tiempo por ejemplo, que por cierto, hoy hace buenísimo. Nunca entenderé el tiempo de esta ciudad. Es confuso. Como yo. Todo es una  confusión continua. Que locura. 
Y otra vez, se cuela tu recuerdo en mis pensamientos. ¿Quieres dejarme conducir en paz? Maldita sea. Sal de aquí. No te tengo que querer. Suficiente daño estas causando ya. Que te den, hostia. 
Otro semáforo en rojo. OTRO. Ya es el quinto. El destino debe estar quedándose conmigo porque si no, no me lo explico. Parece que quiera que no llegue nunca a casa de él para ver esa estupida película que ni me apetece ver. Porque lo único que me apetece es arreglarlo con ella. Que mierda. 
Giro la calle a la izquierda y ya estaré, por fin. 

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