viernes, 6 de noviembre de 2015

Todo se nos pierde.

Cuando eso pasó, solo sentí que te necesitaba y no estabas. La impasibilidad me embargó y no sentí lástima por lo que pasaba, es más, solo quería llorar porque no estabas tú. Y ahora pienso en ellos, en cómo lo llevaran, en si sentirán que salir a trabajar es su única salida. O que si querrán abrazarse a nubes para evitar el contacto con el resto del mundo. 
Y me digo: 'Hundirse es lo más fácil, salir es lo difícil'. Una vez que estás allí en el fondo, piensas: con lo rápida que ha sido la caída y lo agotadora que es la salida. Qué fácil es bajar. Que cansado es subir. Y ya no quedan ganas para seguir intentándolo. Te tiraran una cuerda y te querrán sacar, pero ya para qué? Si al salir no va a estar quien más quiero que esté. 

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