domingo, 15 de enero de 2012

White.

Caminas tú solo, ¿hacia donde? Ni lo sabes, ni te importa, solo caminas, todo recto, siguiendo los pasos marcados en esa espesa y fina capa de nieve, de alguien que ya ha pasado por allí, quien sabe hace cuanto...
Caminas con las manos metidas en los bolsillos y la boca escondiéndola en tú bufanda de lana, mirando al suelo, escuchando a todo volumen una canción, solo escuchando esa canción, esa música. Caminas entre la gente como si fueses uno más, pero no lo eres, no, para nada. Eres mucho más, una persona sin un rumbo fijo, que se deja llevar, que sonríe ante la ingenuidad y el estrés que esas personas que te rodean emanan de su piel como si de sudor se tratase.
De repente, te das cuenta, ¿donde estoy? Rodeado de nieve blanca, sobre una estrella, flotando, dejándote llevar por el sonido de la música, feliz, sin complejos, sin preocupaciones aunque es tarde y piensas que deberías regresar a casa, pero ¿donde estas? No lo sabes y te entra el pánico. Una farola aparece un poco mas adelante y te diriges hacia ella, las piernas te pesan y estas cansado, quien sabe cuanto tiempo llevas caminando.
Viéndolo todo un poco más claro, te giras y vuelves sobre tus pasos. Sonriente, cubierto de nieve blanca y de vuelta a la realidad, solo te das cuenta de una cosa: que hace frío.


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